Érase un niño con un vestido rosa

Amor de abuela. Y todavía resulta extraño que cada uno vista como quiera. Pues bien, el nieto de Sheri quería ir a la boda de su tía con un vestido rosa, y lejos de parecerle extraño, su familia muestra con orgullo el hecho de que no quisiera ponerse un traje. La historia, difundida a través […]

2 octubre, 2014
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Érase un niño con un vestido rosa

Amor de abuela. Y todavía resulta extraño que cada uno vista como quiera. Pues bien, el nieto de Sheri quería ir a la boda de su tía con un vestido rosa, y lejos de parecerle extraño, su familia muestra con orgullo el hecho de que no quisiera ponerse un traje. La historia, difundida a través de las redes sociales, se ha convertido en un ejemplo de tolerancia que entre tantos casos de homofobia, deja claro que todavía hay esperanza para el ser humano. 

«Este es mi nieto portando el anillo de bodas de mi hija. Sí, está llevando un vestido rosa con flores y lazos. Era lo que él quería. Tiene cinco años y pidió permiso a su tía para ir a su boda con un vestido, porque el traje que le habían comprado no le gustaba. Ella le dio su permiso y pidió a todos los invitados que no hicieran ningún tipo de comentarios negativos. Estoy tan orgullosa de ambos. Creo que necesitamos permitir a nuestros niños ser quienes ellos quieran ser. Él siempre tendrá mi apoyo, al igual que el de sus tías».


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