Renée Zellweger ha dejado a todo el mundo de pasta de boniato cuando, durante un evento de la revista Elle en Hollywood, ha reaparecido mostrando un nuevo e irreconocible rostro. En este caso no ha sido fruto de una dieta severa que le haya ensanchado o chupado la cara, al contrario de cuando engordó y adelgazó 12 kilos para dar la talla en la piel de Bridget Jones. Su radical cambio de rictus evidencia el sometimiento a algún tipo de cirugía drástica.
Según el Daily Mail, la actriz de 45 años se ha retocado mejillas, nariz y párpados, además de haberse aplicado sin medida bótox en la frente. Hace un año, Renée declaró al Daily Express: “Tengo un estilo de vida que implica mantenerse saludable yendo al gimnasio”. Visto lo visto, el deporte no es su único truco de belleza y mantenimiento.
No es la primera –ni será la última– actriz que pasa por el quirófano para intentar rejuvenecerse. Tampoco es la primera (ni será la última) que consigue el efecto contrario y acaba menos agraciada que cuando entró… Repasamos las metamorfosis a golpe de bisturí más sonadas.
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