En el cine tal vez, pero eso de grabar puede que sea demasiado. Un colegio católico ha tomado la decisión de que no se ruede una escena ya pactada en sus dominios tras la presión ejercida por sus alumnos. Esta consistía en que una lesbiana (interpretada por Julianne Moore) enferma terminal, traspasaba legalmente una pensión tras su muerte a su compañera (papel interpretado por Ellen Page). Un acto deleznable que, por supuesto, no puede tener vinculación alguna con el centro en cuestión, situado en New Jersey.
El director del colegio, John Flagerty, se refería al “contenido de la materia” para explicar la decisión de dar marcha atrás, aunque el productor estaba convencido de que la trama hacía alusión a lo que el Papa Francisco entendía por aceptar a los gay en la Iglesia. Lo peor de todo es que Freeheld (así se llama la película) no tiene nada que ver con el matrimonio gay, simplemente narra los últimos días de la protagonista, donde se exaltan la dignidad y valentía de la mujer. Pero oye, que ni por esas.
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