El atlético y sexy Cupido de 'The Hole 2'

Temas: Entrevista, Moda, Teatro

FOTOS: Mano Martínez

 

Imposible no reparar en él en la campaña de publicidad de The Hole 2. Por eso Nick Beyeler se ha convertido en uno de los grandes reclamos de este exitoso espectáculo, una original combinación de cabaret, circo y vodevil que, tras representarse en Madrid y Málaga, actualmente hace temporada en Barcelona. Nick aparece en las imágenes promocionales con un escueto slip blanco que deja poco a la imaginación.

Curiosamente, a este suizo errante, originario de Zurich, no se le van los ojos donde al resto de los mortales cuando se tropieza con sí mismo en un display –en ocasiones de gran tamaño, con lo cual aún resulta más complicado no dirigir la vista hacia sus sugeridas partes (poco) púdicas–. “Yo lo que pienso cuando lo veo es en el sueño que tenía cuando hicimos la sesión, porque fue muy temprano”. Pues en absoluto debe preocuparse, nadie podría pensar que estaba adormilado mientras posaba. “Cuando mi madre me avisó de que iba a venir a Barcelona a visitarme sí me preocupé por su reacción al verme por las calles así”, confiesa. “Pero ni se escandalizó ni nada, al contrario, enseguida me pidió pósters para llevar a sus amigas”.

Nick comprende que cuando posa, sea para una campaña publicitaria o para un editorial de moda, lo habitual es que se escojan las imágenes más sugerentes. “Por algo pasará, no me importa que sea así. Hay una fina línea entre arte y pornografía, y mientras esta no se traspase, por mí ningún problema”. Cuando ve la reacción que despiertan sus fotos, esté más o menos desnudo, se olvida de todo. “Cuando alguien me dice que le gusta cómo aparezco me hace muy feliz”. Le hace especial gracia que en Barcelona se esté utilizando también una versión censurada de su foto para promocionar The Hole 2, en la que su paquete ha sido directamente cubierto. “Es menos llamativa, pero llama la atención por otros motivos”.

Entre los gajes de su oficio ha estado siempre el de lucir su cuerpo, y en absoluto le genera tensión. “Ten en cuenta que empecé como modelo, mi físico ha sido mi instrumento de trabajo desde que comencé en este mundo”. Su pasión por el deporte le llevó hasta el circo y la performance, a la que se dedica desde hace más de una década. “Siempre me han gustado mucho las artes marciales, también el trabajo aéreo, y empecé a crear números acrobáticos que he ido presentando en distintos espectáculos”. Los productores de The Hole 2 vieron uno de ellos y le ofrecieron incorporarse al espectáculo. “Era una oportunidad única de conocer España, que estoy disfrutando mucho. Disfrutar de Madrid, Málaga o Barcelona es un privilegio”. Está acostumbrado a la vida nómada y la disfruta. “Llevo quince años con la maleta a cuestas, y esté en Beijing, en Beirut o en Málaga intento siempre sacar el máximo partido a mis estancias”.

En The Hole 2 comienza despistando al personal interpretando a un ejecutivo vestido de traje, para después deslumbrar con su acrobática performance en el aire desnudo. “El número se desarrolla dentro de un tubo de plástico que mucha gente dice que parece un condón gigante”, bromea. “Aunque a mucha gente le resulta especialmente sexy porque aparezco desnudo, también resulta perturbador, porque en él muestro una enorme vulnerabilidad. Dentro de ese tubo sufro una transformación y es cuando sale a la luz el cupido demoníaco al que doy vida”. The Hole 2 es un espectáculo que exige mucho a los intérpretes a nivel físico, y ello obliga a Nick a cuidarse, algo que hace encantado. “Siempre me ha gustado llevar una vida muy sana. Hago muchísimo ejercicio, y lo bueno es que soy capaz de entrenar en cualquier sitio, no necesito ir al gimnasio. Me encanta hacer flexiones, practicar patadas, saltos…, y cualquier sitio es bueno para ponerte a ello, incluso la habitación del hotel. Tengo rutinas de ejercicios breves pero intensas que practico en cualquier momento. Es la única manera para poder hacer diez shows a la semana”.

La experiencia de The Hole 2 le ha marcado por muchos motivos. Le sorprende la aceptación masiva de este picante cabaret, y le hace especial gracia la reacción que provoca en muchas de las personas que lo van a ver. “No son pocos los que salen muy cachondos del espectáculo”, afirma encantado. “Hay una fuerte carga sexual y está visto que provoca el efecto deseado”. Al preguntarle si a él también le sucede alguna vez, rompe la mística y se desvanece la fantasía. “Para nosotros es trabajo, sin más. Cuando baja el telón volvemos a nuestra realidad, esa sexualidad solo se proyecta en escena porque está en el guion”. Más picarón se muestra si se le pregunta por si él tiene algo de diabólico y seductor cupido como su personaje. “Para saberlo se me tiene que conocer”, y suelta una enorme risotada, entre diabólica y sexy. Vamos, que se ha descubierto.

Fotos:
Mano Martínez
Estilismo:
Ra Casas

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