Él ya ha cumplido, ahora debe dejar que su legado sirva como ejemplo. Jason Collins, primer jugador de la NBA en declararse abiertamente homosexual, ha anunciado su retirada del mundo del baloncesto tras escribir un articulo para Sports Illustrated. Collins decidió salir del armario hace 18 meses arriesgándose a la exclusión social y deportiva, pero el feedback recibido fue absolutamente opuesto. Se convirtió en abanderado de la lucha contra la homofobia y, tal y como explica, “fue un orgullo formar parte de la lucha de los derechos de los gays en el deporte y ser abrazado por compañeros, entrenadores, público e historia”.
“Debemos llegar el punto donde un atleta profesional gay no se vea forzado a vivir otra vida y sea capaz de ser auténtico para que salir del armario no sea un paso difícil, pero todavía no estamos en ese punto”. Se trata del único estadounidense que ha dado el paso en los denominados cuatro grandes deportes del país (baloncesto, béisbol, fútbol americano y hockey sobre hielo) pero evidentemente, cuesta creer que no haya ninguno más. Sea como fuere, el sendero abierto solo puede ser positivo para el futuro. Gracias, leyenda.
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