Vaya, vaya. Ahora, supuestamente, resulta que una pareja gay no puede darse un beso en un restaurante sin que tenga consecuencias. La multinacional Burger King ha sido acusada de homofobia después de que un vigilante de seguridad expulsara a dos hombres por besarse. El hecho, acontecido en la Plaza de los Cubos de Madrid, viene precedido de la queja de un matrimonio con hijos que decidió avisar a quien correspondiese, pues tan aberrante acto “perjudicaba la educación” de sus retoños. La noticia era confirmada por el compañero de la FELGTB Rubén López.
Poco después, la página de Facebook de la empresa fue bombardeada por incontables denuncias que se hacían eco del acontecimiento. Burger King, que lanzó una ‘hamburguesa orgullosa’ hace unos meses como señal de igualdad, ha emitido un comunicado oficial en el que admite que «un responsable de seguridad actuó de manera independiente sin informar a los responsables del restaurante de su actuación». En dicho comunicado se resalta el compromiso de la empresa con la diversidad y su «política de cero tolerancia para cualquier tipo de discriminación».
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