Querían ser felices, pero les está costando bastante. La culpa de que Laura y María haya tenido que abandonar su casa de Las Tablas en Madrid es de un vecino homófobo que ha estado más de dos años con agresiones, insultos y amenazas. Ahí es nada.
Ellas le han denunciado 13 veces, según cuentan a El Mundo, pero han tenido que abandonar su casa ante tal situación. Una de las causas a las que se enfrenta el susodicho es un delito de lesiones, tras supuestamente estampar “contra el suelo” y “romper el ligamento de la muñeca” derecha a Laura durante una discusión.
Los “putas bolleras, lesbianas de mierda, enfermas” y demás calificativos han sido recurrentes a lo largo de este tiempo, y las mujeres confiesan sentir “miedo y acoso”. Ambas, bajo tratamiento psiquiátrico, se retrotraen a 2012 como punto de partida de toda la situación, y todo por una plaza de garaje. Me estás estorbando, pues te rayo el coche, teescupo y te rompo el faro. Lo normal.
Hasta ahora, el agresor siempre ha sido absuelto, así como su mujer, acusada de diversas vejaciones. Y es que, “como es la palabra de uno contra la del otro”, prevalece la presunción de inocencia, para desesperación de las protagonistas.
Cansadas, el pasado 28 de diciembre decidieron poner rumbo a otro lugar. Pese a ello, no pueden alquilar su casa, pues les fue adjudicada por el Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA) y hasta julio de 2016, por su condición de piso protegido, debe permanecer sin venderse o arrendarse. María y Laura han solicitado a la Comunidad de Madrid que hagan una excepción dadas las circunstancias, pero aún esperan respuesta. Lamentable.
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