Calculo que hará unos seis años que conocí a Edgar en Madrid, cuando él tenía 17 o 18 años. Desde el principio te das cuenta de que se trata de un chico especial, que estás ante una pequeña genialidad en todas sus facetas: desde su manejo con los idiomas a la fotografía, el vídeo, el dibujo y el arte en general.
Edgar es de Barcelona, y quizá lo primero que te llama la atención es que nació sordo; pero no por su sordera en sí, por aquel entonces no era el primero ni el último sordo que conocería en mi vida, sino porque su forma de hablar y leer los labios hacían que te olvidases rápidamente de este aspecto. No solo sorprendía su buena dicción, sino que era hábil en el habla de otros idiomas: catalán, inglés e italiano.
Siempre recuerdo a Edgar con cuadernos de dibujo o su cámara de fotos. Siempre creando algo, siempre pensando en un nuevo proyecto. El silencio mental que le otorga su sordera se traduce en sus trazos y dibujos, parece como absorto en sus pensamientos.
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Estudió Arte en la Escuela de Arte La Palma, en el barrio de Malasaña en Madrid, etapa en la que tuve la suerte de conocerle. Pero le perdí la pista hace un par de años cuando yo salí al extranjero y él decidió volver a Barcelona a acabar sus estudios en la Escola Massana. Sin embargo, pude seguir contemplando sus trabajos en Facebook y otras redes sociales, donde Edgar subía sus ilustraciones, cada vez más conocidas, y sus proyectos de fotografía.
En su pequeña trayectoria se ha hecho con algunos premios de reconocimiento a su trabajo, entre los que destacamos su primer puesto en el Concurso de Diseño Gráfico Kia – Barcelona 2013, y su último premio como ganador hace unos días en el Certamen de Adecco de Jóvenes Talentos Creativos.
Ahora Edgar –o ARTeDGAR, como se le conoce artísticamente– se ha encumbrado como una de las promesas de la ilustración gay española, y trabaja en varios proyectos, carteles y revistas. Yo, por mi parte, he querido dedicarle este pequeño homenaje y hacerle algunas preguntas personales para que todos lo conozcáis un poco más.
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ENTREVISTA
SHANGAY ⇒ ¿Cómo empieza tu pasión por la ilustración y la fotografía?
EDGAR ⇒ La ilustración y la fotografía son dos pasiones muy diferentes. Empecé desde muy pequeñito con los dibujos como apoyo para poder comunicarme con mi familia, yo era el único sordo y me costaba hacerme entender con ellos. Los dibujos me ayudaban a expresarles mis ideas, y de ahí, hasta ahora, he ido evolucionando y perfeccionando mi técnica.
La fotografía la descubrí a los 15 años a través de una amiga también sorda llamada Belén, que es una fotógrafa increíble, una artista única. Me aconsejó que practicara mucho haciendo fotos, así que a los 17 años compré mi primera cámara réflex y desde entonces no he parado.
Pero si tengo que elegir entre una u otra, prefiero la ilustración. Dibujo cada día, se ha convertido en parte de mi rutina.
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SHANGAY ⇒ ¿Qué trabajos destacarías en tu trayectoria como ilustrador gay?
EDGAR ⇒ Un momento hilarante que nunca olvidaré fue la publicación de mis ilustraciones junto otras obras de artistas gays en una revista llamada Character de Eric Lanuit, la primera revista online internacional, enfocada al arte del ambiente gay. Hice una serie que se titula DRAH, con unas ilustraciones muy coloridas y eróticas.
SHANGAY ⇒ ¿Dónde te ves en un futuro?
EDGAR ⇒ No lo sé, no pienso demasiado en el futuro. Me gusta vivir el presente y mirar en el pasado para ver cómo evolucionan mis trabajos. Pero sí sé que me gustaría ser profesor de dibujo, me motiva mucho enseñar a otros lo que yo he aprendido.
SHANGAY ⇒ Cuando dibujas, ¿usas audífono o prefieres el silencio?
EDGAR ⇒ Es una muy buena pregunta. Cuando falta un sentido, desarrollas más los demás. Un amigo mío, que es ciego, es capaz de saber quién de sus amigos está cerca solo por su olor. Imagino que lo mismo sucede en mi caso, el silencio me regala mucha concentración visual a la hora de crear en cualquier proyecto.
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Nací sordo, movía mucho los ojos para poder leer los labios, leía los subtítulos rápidamente y gracias a esa habilidad conseguí tener una memoria fotográfica que me ayuda a dibujar con facilidad la anatomía de las personas, tan solo tengo que concentrarme un poco para imaginar los cuerpos que haya visto recientemente y reproducirlos.
Con mi implante coclear escuchaba los ruidos de mi alrededor; música, charlas y risa. Empezaba a dibujar y me salía mal. Por el contrario, me quitaba el aparato y aparecía la inspiración, un alivio.
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SHANGAY ⇒ ¿Lees Shangay?
EDGAR ⇒ Sí, lo leía mucho en Madrid cuando tenía 17 o 18 años, en Chueca la encontraba en todos los bares. En esa época, para mí, era la única revista en la que podía leer artículos de temática abiertamente gay, posibilidades y temas que han influido en mi trabajo.
SHANGAY ⇒ Ya que has vivido en las dos ciudades… ¿Madrid o Barcelona?
EDGAR ⇒ Barcelona, sin duda. No tiene nada que ver con que yo sea catalán, viví 13 años en Madrid, pero considero que Barcelona es la ciudad del arte en España y por eso me identifico mucho con ella. Decidí volver a Barcelona hace unos años, cuando me independicé, y también porque me enamoré de un chico de aquí.
De Madrid sobre todo echo de menos la manifestación del Orgullo Gay y el Parque del Retiro.
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Más sobre el autor, pasa página
Para ver trabajos de Edgar puedes echar un vistazo en sus redes sociales: Facebook, Tumblr, o bien en su página web.
Si te animas puedes pedirle algún retrato, a mí me sorprendió con este dibujo para mi cumpleaños el año pasado.
Desde Shangay le deseamos mucha suerte, y esperamos contar con alguna de sus ilustraciones para futuros artículos.
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