Es que claro, si realizas un “acto antinatural”, pues detenido estarás. Eso es lo que les ha pasado a George y Caleb, una pareja gay de Kenia arrestada el pasado 19 de febrero por tener relaciones sexuales en el condado de Kwale. El matrimonio homosexual es ilegal en el país africano (nuestros protagonistas están casados) y el sexo se castiga con una pena de entre 5 y 12 años de cárcel. Son expertos en apedrear literalmente al colectivo LGTB.
Además, la policía también está buscando en la misma región a cuatro extranjeros, presuntamente involucrados en la fabricación y distribución de pornografía gay infantil. Cerca de 800 fotografías circulan por las redes sociales y tienen a Kenia como lugar de origen, tal y como se cuenta en The Daily Star.
Pese a que no está clara la conexión entre los casos, la detención de George y Caleb puede tener relación con la persecución de los autores del delito mencionado anteriormente. Su abogado hacía mención a que la maniobra de los agentes sería fraudulenta por no vestir de uniforme, hecho que violaría “los derechos constitucionales” de sus representados. Sea como fuere, la cordura parece haberse marchado de parte de África hace mucho tiempo.