Para qué fingir. Eso es lo que habrán pensado en el colegio universitario de Erskine, en Carolina del Sur. Por ello, aprovechando que el pasado año dos de sus estudiantes, jugadores de voleibol, cometieron la barbarie de salir del armario, han decidido redactar una “declaración sobre la sexualidad humana” que no tiene desperdicio. A los creadores de «El colegio homófobo que rechaza a hijos de gays en Sevilla» les ha aparecido un serio competidor para optar al título de centro antigay del año.
«Creemos que la Biblia enseña que toda actividad sexual fuera del convenio del matrimonio es pecado y por lo tanto, destructiva para las partes involucradas. Como comunidad académica cristiana, se espera que los miembros de la comunidad Erskine sigan las enseñanzas de las Escrituras sobre las cuestiones de la sexualidad humana, y de lo contrario, las decisiones institucionales se tomarán en relación a esta posición».
Pese a esta carta homófoba, hay que recordar que el matrimonio igualitario es legal en el estado de Carolina del Sur. Uno de los ‘causantes’ del documento era suficientemente claro en declaraciones a Outsports: «Siento que en el momento que estamos viviendo, donde incluso en el conservador estado de Carolina del Sur el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal, la escuela dio varios pasos hacia atrás en lugar de avanzar hacia un futuro en el que todo el mundo puede ser tratado igual, justo hacia donde camina el país”.
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