A ver si al final vamos a tener que darle las gracias. David Benham, un presentador de televisión homófobo, ha decidido erigirse en salvador de la nación a costa de reconvertir a los gays en hombres heteros de provecho. Tenía un programa de bricolaje junto a su hermano gemelo que jamás vio la luz por afirmar que la homosexualidad “atacaba el país”.
Y claro, lejos de pensar que su discriminación le estaba costando cara, decidió trasladarse hasta la convención Nacional Religious Broadcasters en Tennessee para contar su última hazaña. Inspirado en la cartelería de la Asociación de padres de hijos ex gays de Virginia, afirmó que hay “muchos gays que llegan a mí para pedirme ayuda”, y en concreto “un hombre de Chicago dijo cosas que me hicieron perder el apetito, a lo que yo respondí con amor”.
La solución a tan desagradable escena, regalarle entradas para ver el béisbol y así curarle para siempre. La historia acabó con aplausos después de que nuestro protagonista afirmara que su “paciente” había decidido dejar atrás su “estilo de vida”. Qué haríamos sin ti, David.