No son Jake Gyllenhaal y Heath Ledger, pero no se puede decir que no estemos ante lo que bien podría ser un remake de Brokeback Mountain. La creadora del cuento, Annie Proulx, confesó hace unas semanas estar arrepentida de la repercusión mediática de la adaptación cinematográfica de Ang Lee, aunque puede que cambie de opinión después de ver estas fotografías publicadas en OUT.
En ellas, Brandon y Benjamin posan en un rancho de Montana y muestran su amor de formal natural, en todos los sentidos. Cualquiera diría, teniendo en cuenta el conservadurismo de la región, que no es el marco donde a priori podría florecer una relación homosexual. Pero si algo ha quedado claro, más aún con la ola activista LGTB estadounidense que pretende establecer el matrimonio igualitario en todo el país, es que el amor no entiende de fronteras ni barreras.
La pareja se conoció hace un año y vive en Washington, pero para ellos escapar a la finca de Brandon siempre será una prioridad. Y eso que su padre es un “paleto autoproclamado”, que pese a todo, le apoyó desde el minuto uno: “No me importa una mierda. Tú eres la misma persona. Simplemente trata de encontrar a alguien a quien le guste cazar como a ti. A Ben le encanta, así que no hay problema».
En un principio, las fotos estaban destinadas a un uso personal, pero ha decidido compartirlas como señal de orgullo. Ben, que pertenece a la Marina, se ha marchado unos meses, así que las instantáneas son un buen vehículo para paliar los kilómetros de distancia. Además, como la reacción ha sido tremendamente positiva, no se me ocurren más argumentos que nos priven de admirar el fantástico reportaje. A disfrutar.