La semana pasada, los famosos modistas italianos –y homosexuales reconocidos– se cubrían de gloria con unas declaraciones en las que daban la espalda a las adopciones gays, a la maternidad subrogada –o como ellos dijeron, ‘niños sintéticos’–, y defendían apasionadamente a la familia tradicional.
Las palabras de los diseñadores no pasaron desapercibidas para nadie. Propios, extraños y celebrities –encabezadas por Elton John y Courtney Love– protagonizaban un boicot mediático contra Domenico Dolce y Stefano Gabbana al que se han ido sumado nombres como Ricky Martin, Victoria Beckham, Ryan Murphy, Sharon Stone y Martina Navratilova entre otros.
En la redacción estábamos echando de menos la reacción de Madonna. Si por algo se caracteriza la diva gay es por no tener pelos en la lengua y por meterse en el barro para defender las injusticias. Más aún si se trata de injusticias del colectivo LGTB. Y más aún si cabe cuando se encuentra en plena promo de su nuevo álbum Rebel Heart.
La reina del pop ha publicado una foto de 2010 posando junto a un bebé para la firma italiana, acompañada del siguiente texto:
“Todos los bebés tienen un alma. No hay nada sintético en un alma. Así que, ¿cómo podemos descartar la FIV y la subrogación? Cada alma viene a nosotros para enseñarnos una lección. Dios tiene su mano en todo, ¡incluso la tecnología! Somos arrogantes si pensamos que el hombre hace algo por su cuenta. Pensad antes de hablar”.
Madonna nunca falla. ¡Dios salve a la reina del pop!
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