Esto es lo que le ocurría a una esposa anónima de Londres que descubría a su marido en una aplicación móvil de contactos gays, la conocida Grindr, y decidía hacer partícipes a sus compañeras internautas en el sitio web Mumsnet: de madres para madres.
Algo que habría sido un escándalo propio de la aplicación de cotilleos más famosa entre los gays: Secret.
El mensaje que envió, bajo el título «Mi marido está en Grindr. Necesito abrazos y consejo”, estaba firmado por el seudónimo bonniescot123. Una desconsolada mujer y madre que afirmaba reconocer a su marido:
“Hola. Me tiemblan las manos. Hoy me he encontrado a mi amado esposo en Grindr. Sin duda es él. Posando en nuestro cuarto de baño, me he enfrentado a él, pero dice que no es él, ahora se niega a dejarme ver su teléfono. No quiere hablar conmigo. Tenemos dos hijos, uno de 7 años y otro de 10. Yo tengo 43. No sé qué debo hacer. Por favor, dadme un consejo”.
Las otras mujeres preguntaron a bonniescot123 qué era Grindr y por qué había estado mirando en esa aplicación: «¿Es que sospechabas que tu marido es gay o bi?».
Otras le preguntan si realmente está segura de que es él. Pero bonniescot123 confirma que está segura de que es su marido.
Otra invita a que lo envíe a la habitación de invitados y no lo deje volver hasta que asuma sus mentiras.
bonniescot123 asegura: “Sé que es mi esposo. Puedo ver algunas partes de su rostro. Dios, ni siquiera me reconoce que son sus pantalones y son los mismos lunares de su pecho. Se puso a la defensiva cuando se lo enseñe y luego se marchó y se quedó en silencio”.
Otras mujeres le aconsejan guardar las pruebas y hacer una copia del pantallazo antes de que él pueda borrarlo, si es que no lo ha hecho ya.
Pero nuestra protagonista confiesa: “No puedo enfrentarme otra vez a él, tengo las piernas de goma, aún sigo en shock”. “Quiero saber todo, y al mismo tiempo no”. “El sigue en la cocina”.
“Creo que estoy demasiado en shock para discutir y él está tremendamente avergonzado de haber sido descubierto como un mentiroso ¿Cómo puede negarlo? Su teléfono siempre está bloqueado (no me extraña) nunca me dejará verlo a pesar de que estoy angustiada. Es obvio que él tiene todo tipo de material en su teléfono”.
Confiesa a sus confidentes que no quiere quedarse sola a pesar de las mentiras, y que se siente patética por ello.
“Oh. Voy a tratar de ser fuerte. Me preocupa que esto me convierta en una especie de mujer desquiciada. Él podría haber mostrado una pizca de compasión. Puedo echarlo pero, a pesar de lo sucedido es un gran papá y mis hijos se quedaran devastados. Toda mi familia está en Escocia (yo vivo en Londres). Y estoy demasiado avergonzada para contarle a alguien del mundo real algo acerca de esto”.
Cuando el resto de madres la incitan a dejarle o incluso contratar un abogado matrimonial, bonniescot123 les responde que no quiere quedarse sola o dañar a sus hijos. Además, ella tiene un trabajo que le aporta pocos ingresos, mientras que su marido es un hombre de éxito. No tiene intención de destruir su carrera, cree que su marido ya tiene suficiente castigo con vivir una mentira y no aceptar su homosexualidad.
Este es uno de los muchos casos de hombres casados que mantienen una doble vida, la heterosexual de cara a la sociedad y la homosexual de espaldas a su familia. ¿Una consecuencia de una sociedad heterosexualmente institucionalizada donde ser homosexual aún no está bien visto o un caso de cobardía y no aceptación de tu propia sexualidad?
En cualquier caso, otro ejemplo de cómo puede hacer daño vivir una mentira, y lo que es peor, cómo puede afectar a terceros.