Desde hace tres años, GLAAD –Alianza Antidifamación de Gays y Lesbianas, en su traducción al castellano– estudia la representación del colectivo LGTB en las películas made in Hollywood. Su informe de 2014 no es para tirar cohetes, pero arroja datos ligeramente más optimistas que su versión anterior, con un incremento de apenas el 0’8% de películas inclusivas con el colectivo LGTB.
Para medir la forma en que la industria incorpora personajes gays a la gran pantalla, GLAAD ha analizado las 114 películas de los principales estudios estadounidenses estrenadas en 2014 y ha llegado a la conclusión de que tan solo 20 de ellas, un 17’5%, incluyen personajes identificados como gays, lesbianas, bisexuales o transgéneros. Aunque cuando lo hacen no siempre es a gusto de todos, como el polémico retrato que se ofrecía del matemático homosexual Alan Turing en The Imitation Game, película que, junto a la historia de amor gay de El amor es extraño y Jersey Boys, que incluía al productor discográfico abiertamente homosexual Bob Crewe (Mike Doyle), se lleva la palma este año en lo que a representación LGTB en los grandes estudios se refiere.
Pero el informe va más allá, y nos recuerda que el machismo y el racismo también campan a sus anchas en la traslación de la comunidad LGTB al cine. Del total de películas analizadas, el 65% gira en torno a un personaje masculino homosexual y tan solo el 10% lo hace en torno a un personaje lésbico. De los 28 personajes identificados como LGTB en 2014, el 68% lo son de raza blanca, 11% afroamericanos, 14% asiáticos y solo 7% latinos.
Por tercer año consecutivo, la comedia es el género más proclive a incluir personajes gays, mientras que la ciencia ficción y las películas de acción siguen marginando al colectivo con tan solo 3 cintas con papeles LGTB en su haber.
GLAAD también revela que Warner es el estudio más inclusivo en materia gay, seguido por Paramount, Universal y Fox.
Para estudiar la importancia que desempeñan los personajes LGTB en el cine, GLAAD somete a todas las películas al conocido como test Vito Russo –en memoria del mítico activista gay– ,que mide, al igual que el test Bechdel con los papeles femeninos, la manera en que estos aparecen representados en la trama según 3 parámetros fundamentales:
- La película contiene un personaje identificado como gay, lésbico, bisexual y/o transexual.
- El personaje LGTB no se define únicamente por su orientación o identidad sexual. Es decir, tiene que ser un personaje poliédrico.
- El personaje LGTB debe aparecer en la trama de tal forma que, si se eliminara, supondría un efecto significativo. Es decir, que no está en la película como mera comparsa, sino que es relevante.
Así las cosas, tan solo 11 de los 20 títulos aprobaron el test Vito Russo en 2014, un dato que nos hace albergar esperanzas frente a los 7 de los 17 títulos inclusivos de 2013.
¿Cuáles fueron las películas más homófobas de 2014 según GLAAD? Pasa página
La otra cara del estudio analiza los filmes que, por su retrato caricaturesco, esteriotipado y ofensivo del colectivo gay, se han ganado la regañina de GLAAD. Tal es el caso de:
Exodus: dioses y reyes
Viceroy Hegep (Ben Mendelsohn), encargado de los esclavos, se nos presenta como un villano afeminado, superficial y malicioso que no duda incluso en ofrecer sus servicios sexuales al propio Moisés (Christian Bale) para hacerle cambiar de opinión. Un retrato que, según GLAAD, nos retrotae a los tiempos en los que Hollywood presentaba a los personajes LGTB como repugnantes villanos que debían ganarse la repulsa automática del público.
No hay dos sin tres
Esta comedia con Cameron Diaz sobre tres mujeres que buscan vengarse del hombre que les ha estado engañando simultáneamente incluye bromas de mal gusto para el colectivo transexual –algunas sobre el consumo de hormonas–, la mayoría focalizadas en el personaje de Dana (Colin Bannon), que GLAAD considera ofensivas y difamatorias.
Top Five
Este falso documental escrito, protagonizado y dirigido por Chris Rock sobre las consecuencias del éxito y la fama también habla sobre las minorías, pero no es especialmente amable con la gay. GLAAD considera que desprende un tufillo homófobo cuando en una trama secundaria se destapa el affaire homosexual de un personaje que se nos había presentado anteriormente como heterosexual, con chistes fáciles sobre el sexo anal y una manifiesta intención de ‘castigarle’ por su transgresión sexual.
Transformers: la era de la extinción
No se le ha escapado a GLAAD que en casi todas las películas de Michael Bay aparece un gay afeminado que termina siendo objeto de burla o directamente apalizado, como ocurría en Dolor y dinero. En este caso, le toca al responsable de un cine que queda ridiculizado en un apretón de manos con un hipermusculado Mark Wahlberg, que lo intimida sin más razón que la de no ser lo suficientemente masculino.
Cómo acabar con tu jefe 2
En esta secuela no podía faltar el personaje de la doctora Julia Harris (Jennifer Anniston), retratada como una ninfómana sociópata y agresiva que, por supuesto, tampoco hace ascos al género femenino. Para GLAAD, esto no es dejar en buen lugar a la comunidad bisexual.