La vacuna española contra el VIH a prueba

Temas: Salud, VIH

Se trata de una vacuna basada en aquellas personas capaces de curarse sin el uso de antirretrovirales. Una vacuna que esta vez se centra en curar en vez de prevenir, es decir, de proporcionar a las personas de unas defensas que puedan curar el virus de su cuerpo.

Estamos ante un paso más en la cura del VIH, y puede que este 2015 sea recordado como el año donde comenzó el principio del fin de esta enfermedad. Esta utopía podría ser una realidad gracias al Instituto de Investigación IrsiCaixa, que ha desarrollado esta vacuna y ya la ha probado con éxito en simios.

Ubicado en Barcelona e impulsado por la la Fundación La Caixa y el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, IrsiCaixa se ha convertido en uno de los centros de investigación pioneros en materia de VIH. Sus vacunas y estudios son un referente internacional, y se cree que esta última podría ser realmente la definitiva.

Dirigido por el Dr. Bonaventura Clotet, IrsiCaixa dio a conocer su última vacuna, pensada en curar la enfermedad en vez de prevenirla. Ahora, tras buenos resultados en animales, se comienzan los ensayos clínicos con 200 personas voluntarias con infección reciente demostrable y que hayan iniciado el tratamiento con antirretrovirales en los primeros seis meses de la infección.

Una vacuna que busca financiación, incluso a través de un videojuego, Epidemia The Game, una aplicación que te puedes descargar por 0,99€ para colaborar en la puesta en marcha de esta vacuna. Jesús Vázquez es uno de sus mejores embajadores, y le pone cara a este proyecto. Algo que ya os contabamos en este artículo: Jesús Vázquez: «Espero la vacuna del VIH en 2020».

La primera fase de los ensayos tendrá una duración aproximada de un año, después se comprobará si los candidatos han conseguido inducir una respuesta inmunitaria fuerte y duradera en el tiempo. Una segunda fase, con una duración de año y medio, evaluará si esta vacuna es funcional y si no ha habido rebrotes del virus tras eliminar la medicación antirretroviral.

Beatriz Mothe, investigadora del grupo de Inmunidad Celular y Genética del Huésped del IrsiCaixa, nos explicaba que a diferencia de los medicamentos retrovirales, capaces de eliminar la progresión del virus y mantenerlo en niveles infectables en sangre, pero no hacerlo desaparecer, la vacuna podría eliminar el virus totalmente del cuerpo, lo que supondría la cura de esta enfermedad.

“Hemos estudiado en profundidad cómo se comporta el VIH en miles de personas infectadas y hemos aprendido cuál es la respuesta inmunitaria necesaria para controlar mejor la replicación del virus en ausencia de tratamiento antirretroviral. Esta respuesta es la que hemos incorporado en el diseño de nuestra vacuna HTI”, explicaba la Dra. Mothe.

Esta vacuna es la primera desarrollada a partir de la respuesta inmunitaria que presentan un número reducido de personas en el mundo, capaces de controlar el VIH sin antirretrovirales gracias a un sistema inmunitario que resulta ser más eficiente contra este virus. De este modo, investigando esos anticuerpos se ha desarrollado ua vacuna que ya ha sido capaz de eliminar el virus por completo en ratones y simios. Además, se trata de un tratamiento con un amplio marco de acción, capaz de actuar contra cepas del virus mutadas y que resultaban resistentes a fármacos antirretrovirales.

Para el diseño de la vacuna, primero se realizó una selección –entre más de 1.000 pacientes– de las personas que controlaban mejor la infección y no desarrollaban la enfermedad, conocidos como “controladores de élite”, y que representan modelos de cura funcional en sus sistemas inmunitarios. Esto dio lugar al diseño del HTI, que se optimizó gracias a controladores con diferentes cepas, lo que lo habilitó para ser efectivo ante virus muy mutados que suelen ser más resistentes. Esto diferencia al HTI de todos los diseños de vacuna anteriores, que no se basaban en las respuestas inmunitarias de los controladores de élite.

Aunque es un gran paso, aún no podemos hablar de la cura del sida. Habrá que esperar que los ensayos finalicen y se compruebe el buen resultado de la vacuna, para luego proceder a la producción de los lotes clínicos. Si todo va bien, podría estar disponible en cinco años.

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