PANTALÓN: ELEVEN PARIS
POLO: ORIGINAL PENGUIN
Ten cuidado con lo que deseas, porque se puede acabar cumpliendo. Cuando estaba grabando la serie Amar es para siempre soñaba con poder actuar algún día en uno de los teatros del Centro Dramático Nacional. Al poco tiempo le ofrecieron la función Amantes, que representó en el teatro Valle-Inclán “Cuando la terminé pensé en lo mucho que me gustaría trabajar en el Matadero, porque es mi otro teatro favorito en Madrid”. Pues deseo cumplido, porque en él, en la recién bautizada sala Max Aub de las Naves del Español, forma parte del reparto de Tengo tantas personalidades que cuando digo ‘te quiero’, no sé si es verdad, función basada en textos de, precisamente, Max Aub.
Si el año pasado se metió en la piel de Juan Ramón Jiménez en la película La luz con el tiempo dentro, en esta ocasión el libreto le exige, entre otras cosas, dar vida al genial Aub. “Es un autor interesantísimo que pasa demasiado desapercibido para mucha gente”. Clotet se ha empapado de sus textos para preparar su nuevo proyecto, y ha terminado rendido a su ingenio y a su historia. “Cuando le lees, flipas. Tenía una enorme capacidad satírica. Y muchas de sus críticas siguen resultando de lo más actuales, como queda claro en la función. Fue un erudito con las ideas muy claras que tocó muchos palos y nunca encontró su sitio. Ni siquiera vio alguna de sus obras interpretada en vida”.
‘Tengo tantas personalidades que cuando digo ‘te quiero’, no sé si es verdad’
Si para encarnar a Jiménez se tuvo que rapar la cabeza, en esta ocasión ha podido dejar que crezca el pelo, para llegar a lucir un corte inspirado en los que llevaban los jóvenes (“ellos más rubios”) en la Alemania de los años 30. Porque en la denominada Escena inacabada que interpreta junto a Miranda Gas da vida a un miembro de las juventudes hitlerianas. “Me encanta transformarme lo máximo posible, físicamente también, de un personaje a otro. Por eso cuando ensayo me gusta hacerlo ya con el vestuario que voy a utilizar, me condiciona y me ayuda. Si te pones el pantalón con la hebilla en forma de esvástica, el cinturón que cruza el pecho y las botas es muy diferente de hacerlo con chándal”. Dice sentir una mezcla entre miedo y asco cada vez que se enfunda el uniforme para interpretar a ese joven alemán que descubre que su novia, el amor de su vida, es judía. “Max Aub dejó el final abierto porque consideraba que planteaba un problema, el del racismo, que no se había solucionado. Te fijas en lo que está pasando ahora mismo en Estados Unidos, por ejemplo, y te das cuenta de que sigue sin solucionarse”.
No solo el racismo sigue estando, desgraciadamente, presente en nuestro día a día. El sida forma parte de nuestra realidad, y Marc está especialmente sensibilizado con la causa, dado que es hijo del investigador Bonaventura Clotet, director de la Fundación Lucha contra el sida. “Le ayudo en todo lo que puedo”, confirma. Ahora que han lanzado una aplicación con el juego Epidemia, con el que recaudar fondos para la fundación, Marc está volcado –al igual que Jesús Vázquez– para lograr que se la descargue cuanta más gente, mejor. “No solo ayudas a la investigación, es que encima el juego mola. Yo todavía no he conseguido pasar de la cuarta pantalla…”. Lógico que esté tan concienciado y motivado frente a la lucha contra el sida. “Lo he tenido presente desde que nací, y veo lo que está luchando mi padre por lograr su sueño. Él, que vio cómo apareció esta pandemia en el mundo, espera ver antes de morir cómo acaba, consciente de que habrá ayudado a que llegue su fin”. Otro sueño de Marc que cada vez está más cerca de convertirse en gozosa realidad.
LA FUNCIÓN TENGO TANTAS PERSONALIDADES QUE CUANDO DIGO ‘TE QUIERO’, NO SÉ SI ES VERDAD SE REPRESENTA EN LAS NAVES DEL ESPAÑOL – MATADERO (MADRID) HASTA EL 14 DE JUNIO