Muchos hombres que se consideran heterosexuales afirman tener o haber tenido fantasías sexuales con otros hombres, y los hay que incluso han experimentado en alguna época de su vida, sobre todo durante la adolescencia. Pues bien, la respuesta a estos comportamientos la podría tener una hormona: la progesterona.
Según este estudio de la Universidad de Portsmouth (Inglaterra), la razón por la que estos hombre heterosexuales tienen periodos en los que fantasean o se sienten atraídos por hombres sexualmente podría ser la progesterona, una hormona que regula nuestros comportamientos sociales y que, en niveles muy altos, puede desarrollar en vez de amistad por los hombres, una atracción física y sexual real hacia ellos.
Es decir, según este estudio los hombres heterosexuales pueden experimentar deseos similares a sus análogos homosexuales por culpa de estos niveles descontrolados en la adolescencia, lo que explicaría la existencia de nuestros amigos hetero-curiosos o hetero-flexibles, que se hacen y dejan hacer en algunos renuncios de su vida.
Al parecer, la progesterona actúa como un sistema de supervivencia creando lazos sociales fuertes. De hecho, estos expertos aseguran que nuestras relaciones y amistades son tan fuertes en la época adolescente debido a esta hormona. La hormona actúa como herramienta para forjar amistades masculinas, lo que proporciona al grupo beneficios en el trabajo en equipo, tan útil en la antigüedad: cazadores, recolectores, etc. O en el ámbito empresarial moderno.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores midieron los niveles de progesterona de la saliva de 59 hombres. Entonces, a cada hombre se le asignó aleatoriamente uno de los tres grupos del estudio y se le pidió completar puzzles de palabras: uno usando palabras de amistad, otro usando palabras sexuales y un tercero utilizando palabras neutras.
Paradójicamente, el 26% de los hombres a los que se les pidió completar palabras de amistad mostraron mayor motivación homoerótica (más fantasías sexuales con otros hombres) que a los hombres a los que se les pidió completar los puzles con términos sexuales o neutros, y esto coincidió con la subida de sus niveles de progesterona al hablar de amistad.
Además, los hombres con los niveles más altos de progesterona mostraron en un 41% una mayor motivación homosexual en comparación con los hombres con niveles más bajos.
Los investigadores concluyeron que los pensamientos homosexuales en personas heterosexuales van de la mano de las alianzas con personas del mismo sexo, y en muchos casos de las relaciones de amistad con el mismo sexo. Esto quiere decir que los hetero-curiosos son más propensos a fantasear sexualmente con aquellos hombres con los que mantienen una amistad intensa o una alianza férrea, debido entre otras cosas a los niveles de progesterona que se disparan cuando está con ellos.
“Desde una perspectiva evolutiva, tendemos a pensar en el comportamiento sexual como un medio para la reproducción. Pero es erróneo, puesto que el comportamiento sexual tiene también fines como el placer y, por supuesto, el afianzamiento de las relaciones sociales. Es lógico, si nos fijamos también sucede entre los animales y primates no humanos, las relaciones homosexuales no dejan de ser prácticas sexuales, que son conductas agradables muy personales, y que afianzan nuestros lazos con ese otro varón, aunque este no sea nuestra pareja sentimental, se convierte en un miembro que de algún modo nos pertenece y con el que compartimos algo más”, afirma la doctora Diana Fleischman, autora de este informe, que asegura que las relaciones sexuales no solo responden a fines reproductivos sino también sociales, de jerarquía, de amistad, de alianza, placer, etc.
“Tener algún grado de atracción por el sexo opuesto es un tipo de comportamiento de adaptación”, explica la experta, quien señala que el estudio no determina la vinculación de la progesterona y la orientación sexual del individuo, subrayando que esta hormona no puede actuar en la orientación homosexual de una persona, pero sí explica los deseos homosexuales en varones aparentemente heterosexuales en algunos momentos de su vida