Francesca Pardi es una escritora italiana, madre de cuatro hijos junto a su pareja Maria Silvia. A través de sus libros solo pretende que no exista la discriminación entre niños, con especial atención a los criados por parejas homosexuales. Pero su historia parece haber provocado sarpullidos a más de uno.
Seis de sus publicaciones han sido retiradas de las escuelas de Venecia por orden de su alcalde Luigi Brugnaro, quien afirmó que con ellas se hacía apología de la ideología de género. Este fenómeno sostiene que no hay diferencias biológicas entre hombres y mujeres, un hecho que también había sido criticado por el Papa Francisco, el verdadero protagonista de la historia.
Y es que Francesca envió al Pontífice varios ejemplares para que comprobase que no se mencionaba la ideología de género. Francisco I, a través del miembro de la Secretaría del Estado Peter B. Wells, contestó vía carta “agradecido por el delicado gesto y los sentimientos sugeridos”, y ademas le deseó una “proficua actividad al servicio de las jóvenes generaciones para la difusión de auténticos valores humanos y cristianos”.
No obstante, una vez que la misiva se ha hecho pública, El Vaticano ha querido aclarar que, paradójicamente, sigue siendo ambiguo con respecto a todo tema LGTB. “En ningún momento la carta quiere avalar comportamientos y enseñanzas que no son conformes con el Evangelio”, pues la bendición otorgada por el Papa es a la persona y no a las enseñanzas que no son conformes con la doctrina de la Iglesia”, explica en un comunicado el vicedirector de la sala de prensa del Vaticano, Ciro Benedettini. Nada nuevo bajo el sol.