Un clásico dance por el que no pasan los años

Fotos: Álvaro Villarrubia   Retrocedamos hasta 1998. Kadoc era un proyecto de música electrónica liderado por David Penín, más conocido como David Penn, y Juan Carlos Molina, Moli. Tres años antes, en 1995, habían conquistado las pistas de todo el mundo con su tema The Nighttrain, con un inspirado sampleo del legendario James Brown y […]

Un clásico dance por el que no pasan los años
Agustín Gómez Cascales

Agustín Gómez Cascales

He viajado en limusina con Mariah, he tomado el té con Beyoncé, he salido de fiesta con J.Lo y he pinchado con RuPaul. ¿Qué será lo próximo?

10 septiembre, 2015
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Fotos: Álvaro Villarrubia

 

Retrocedamos hasta 1998. Kadoc era un proyecto de música electrónica liderado por David Penín, más conocido como David Penn, y Juan Carlos Molina, Moli. Tres años antes, en 1995, habían conquistado las pistas de todo el mundo con su tema The Nighttrain, con un inspirado sampleo del legendario James Brown y una base trotona verdaderamente hipnótica. Sí, vendió muchos millones en todo el mundo, e incluso se hizo un hueco en el top 40 de las listas pop británicas.

Extrañamente, ese logro no les convirtió en superestrellas en España, como debía haber sucedido. Embarcados en una gira mundial por clubs, no encontraban tiempo para grabar un álbum que llegaría en 1998, tres años después de su gran pelotazo. Con el refuerzo vocal de Azucena y Daren J. Bell, Kadoc presentaron en Shangay su debut de larga duración United People, donde sí les dimos la portada del número en que apareció esta entrevista.

Un clásico dance por el que no pasan los años

17 años después de publicar este reportaje, y 20 desde su gran éxito, recuperamos la entrevista para que puedas descubrir quiénes eran Kadoc y cómo vivieron un éxito al alcance de muy pocos.

SHANGAY ⇒ ¿Por qué habéis tardado tanto en grabar vuestro primer álbum?
MOLI
⇒ Hace casi un año que empezamos a grabarlo, y el tema que iba a ser single tenía un sample de una canción antigua de Christopher Cross. Habíamos conseguido el permiso legal para utilizarlo pero cuando ya iba a salir el disco recibimos un fax de Christopher Cross diciendo que de ninguna de las maneras se prestaba a que utilizásemos su tema. Como necesitábamos componer un single comercial para promocionar el disco, tuvimos que esperar un poco y aprovechamos para darle alguna pincelada más.

SHANGAY ⇒ Se puede afirmar que fuisteis de los primeros en sufrir en vuestras carnes los prejuicios que creó el bacalao contra toda la música de baile en España, ¿no?
MOLI 
⇒ Sí, pero no solo a nosotros. Aquí se valora mucho el pop, el rock, el rollo indie…, y a nosotros nos ven como a unas petardas. Además, se sigue relacionando mucho el dance con la pastillas y el colocón.
DAVID ⇒ Recuerdo que cuando editamos el Nighttrain se nos encasilló directamente en el bacalao. Ahora se ha visto que grupos de rock también utilizan bases de house y viceversa, y se han abierto un poco las miras. En ese sentido sí fuimos un poco pioneros.

SHANGAY ⇒ ¿Por qué decidisteis ampliar el grupo con Azucena y Daren cuando ya triunfaba The Nighttrain?
DAVID
⇒ Nosotros somos productores, y el tema de la imagen nunca nos lo habíamos planteado. Cuando nos llamaron de Top of the Pops decidimos crearnos una imagen para los escenarios.
MOLI ⇒ Para vender fuera hacen falta vídeo y fotos hasta del disco más underground. Fue todo precipitadísimo: en dos semanas teníamos que estar grabando en Inglaterra nuestra actuación, no nos dio tiempo ni a ensayar. Formamos el grupo estando nosotros dentro para controlarlo todo, y porque para que viajasen otros… [risas].

SHANGAY ⇒ A nivel de imagen jugáis con una especie de kitsch cibernético. ¿Cuál es la mejor definición a nivel visual del concepto Kadoc?
MOLI
 ⇒ Hemos tenido nuestras fases: en principio fue un poco naïf, muy colorista, muy pop. Luego pasamos a algo más cibernético y agresivo, y ahora volvemos a algo mas minimal, pero siempre conservando una imagen muy viva y alegre.
DAVID ⇒ Es el reflejo de nuestra música, que más que nada es divertida.

SHANGAY ⇒ ¿Es vuestra música una proclama hedonista sin mayores intenciones?
DAVID
⇒ Expresamos lo que sentimos y lo que queremos decir, pero siempre con temas muy optimistas y alegres.
MOLI ⇒ Reivindicamos la filosofía de Fiebre del sábado noche pero actual: el rollo de salir, ponerte el modelón, divertirte, conocer gente… Tenemos demasiadas preocupaciones a lo largo de la semana como para ir a un club y comerte más la cabeza.

SHANGAY ⇒ La influencia disco, tan de actualidad, se ha colado en temas como Pride.
MOLI 
⇒ Hemos hecho cosas al margen de Kadoc menos conocidas, y siempre hemos utilizado la música disco y el funk. Es lo que vivía y escuchaba de pequeño, en los setenta.
DAVID ⇒ En mí caso fue por mi padre [risas]; él me inculcó el gusto por la música americana.


«LA EXPLOSIÓN DE THE NIGHTTRAIN COMENZÓ EN CLUBS GAYS COMO EL HEAVEN DE LONDRES, Y ACTUAR EN EL EUROPRIDE DE ESTOCOLMO [EN 1998] FUE ALUCINANTE»


SHANGAY ⇒ Ahora ya con algo de perspectiva, ¿qué sensaciones os produjo el monumental éxito de The Nighttrain?
MOLI 
⇒ Yo lo recuerdo como una locura, como si estuviese pedo todo el día [risas]. Por un lado era como cumplir el sueño de tu vida.
DAVID ⇒ Fue sobre todo caótico. Por suerte creo que siempre nos hemos mantenido con los pies en el suelo, porque sabemos cómo son estas cosas. Siendo nosotros además compañía de discos, nos encontramos con demasiadas cosas para controlar, se nos iba todo de las manos.
MOLI ⇒ Yo lo que más flipé fue estar tomando un café con Boy George en el Freedom, en el Soho de Londres, por poder estar con mis ídolos. Y si antes, ya con editar un disco nos dábamos con un canto en los dientes, pues imagínate con todo este follón [risas].
DAVID ⇒ Además, Boy George pinchó muchísimo nuestro tema, incluso lo incluyó en su recopilatorio del Ministry of Sound.

SHANGAY ⇒ Fue además un tema que arrasó en la Europa gay.
MOLI
 ⇒ En realidad fue así como empezó la explosión. En el Heaven de Londres se convirtió en “el tema”. Y hemos actuado en clubs de ambiente no solo de Inglaterra sino también de Alemania, Francia, Dinamarca…

SHANGAY ⇒ ¿Fue vuestra actuación en el Europride danés el mayor hito en vuestro periplo gay europeo?
DAVID
⇒ La verdad es que estuvo muy bien. Y además es alucinante ver lo tolerante que es allí la gente, porque en la última manifestación de Madrid veías a marujas poniendo a todo el mundo verde pero sin perder detalle.
MOLI ⇒ Aquello fue muy fuerte. Ver una avenida dos veces como la Gran Vía llena de gente y de carrozas es mucho. Yo no había visto a a tantos gays juntos en mi vida [risas]; tuve la piel de gallina todo el tiempo. Y también hemos conocido a gente como Amanda Lear, mogollón de DJ’s… Luego te das cuenta de que tú eres igual que ellos, de carne y hueso.

¿Cómo llevaba David, que es hetero, que la gente pensase que era gay como Moli? ¿Les aseguró el éxito de The Nighttrain poder vivir de las rentas? ¿Con qué director de cine gay colaboraban regularmente? Pasa página

Un clásico dance por el que no pasan los años

SHANGAY ⇒ ¿Os halaga saber que se os baila mucho en las pistas gays?
MOLI
 ⇒ A mí me encanta, ¡imagínate! [risas]. Y encima, de David todo el mundo se pregunta si entiende o si no entiende.
DAVID ⇒ Es que yo también me he movido mucho por círculos de ambiente.
MOLI ⇒ Voy a decir el tópico que dicen todas: el público gay es muy agradecido y muy fiel.

SHANGAY ⇒ Cher también lo dice…
MOLI 
⇒ Es que Cher y yo somos… ¡qué voy a decir que no se haya dicho ya! Además, ocurre que en una discoteca gay siempre hay fiesta.

SHANGAY ⇒ Una curiosidad: ¿un éxito como el de The Nighttrain da para vivir cómodamente por los restos de los restos?
MOLI 
⇒ Voy a contar la verdad de una vez por todas para que se sepa. The Nighttrain lleva unos samples que cogimos ilegalmente, y gran parte del dinero que genera el tema lo tenemos que pagar a los dueños de esos temas. O sea, que el Jaguar todavía no lo tengo [risas]. Hombre, con un tema puedes vivir unos años, y si no hubiésemos tenido estos problemas podríamos haber vivido tres o cuatro años del cuento; el problema es que nosotros tenemos unos gustos muy caros [más risas].

SHANGAY ⇒ Cuando salió vuestro tercer maxi, Rock The Bells, supongo que ya se os empezaba a apreciar más…
DAVID
 ⇒ Pues sí, fue muy curioso. Una vez pasada toda la vorágine fuera de España, empezó a reciclarse aquí la información y muchos medios empezaron a fijarse en nosotros. Y no es que antes se nos tratase mal, es que había mucho desconocimiento.


«PODRÍAMOS HABER VIVIDO DEL CUENTO 3 Ó 4 AÑOS, EL PROBLEMA ES QUE TENEMOS GUSTOS MUY CAROS»


SHANGAY ⇒ United People sorprende por la variedad de estilos. ¿Os da miedo que se os encasille como músicos house?
DAVID
 ⇒ Todo lo contrario. Yo no voy defendiendo el house como la única música del mundo, ni mucho menos. Me puede gustar desde el tema más comercial del mundo al más underground.
MOLI ⇒ ¡Y a mí me gusta Camilo Sesto! La música es sentimiento y ya está. En el álbum están todas las cosas que en los maxis no podemos meter, porque en un disco que se va a escuchar en casa te puedes permitir el lujo de incluir cosas más sofisticadas.
DAVID ⇒ Queríamos decir que, además de hacer cosas como The Nighttrain, que nos sigue encantando, podemos hacer otras cosas que nos apetecían igualmente.

SHANGAY ⇒ También habéis hecho vuestros pinitos en bandas sonoras de películas, ¿no?
DAVID
⇒ En Atómica sí metimos un tema con el nombre de Kadoc, mientas que en Más que amor, frenesí, también de Alfonso Albacete y David Menkes, hicimos cuatro temas con diferentes nombres. Y además colaboramos con varios amigos, nos apetecía compartir la experiencia.

SHANGAY ⇒ Algo parecido ocurre en vuestro álbum, en el que hay varias colaboraciones.
DAVID
⇒ Por algo se llama el disco United People. Nos apetecía sacar un disco en el que pudiésemos expresar todo lo que queríamos, pero acompañados por otros. Hemos tenido la suerte de colaborar con gente como Groove Nation, Olav Basoski o Andreas Schneider, que nos han ayudado a dar al disco una globalidad que ayuda a sacar cosas diferentes dentro de tu música.
MOLI ⇒ Teníamos que trabajar con alguien más porque no nos aguantamos, somos como Walter Matthau y Jack Lemmon.
DAVID ⇒ Es broma [risas], bastante bien nos llevamos para todo el tiempo que pasamos juntos.

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