Lo del PP con los gays es de traca. Si ayer hablábamos sobre lo incómodo que se había mostrado el Presidente Mariano Rajoy en La Sexta noche cuando le preguntaron sobre la histórica oposición de su partido al matrimonio entre personas del mismo sexo, hoy el Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, uno de los impulsores del recurso del PP contra el matrimonio igualitario, ha enseñado también la patita.
Reformista de centro y católico practicante, así se describe Fernández Díaz en La Vanguardia. El político de 65 años ha concedido una atípica entrevista a Víctor Manuel Amela para ‘La Contra’ del periódico catalán en donde, además de hablar sobre sus creencias religiosas –siente devoción por la Inmaculada Concepción, asiste a misa diaria, cree que su Dios lo tiene todo previsto y le acompaña un ángel de la guarda que se llama Marcelo–, ha tenido oportunidad de evidenciar su punto de vista sobre la homosexualidad. Esto es lo que ha dicho sobre el particular:
– Si tuviese un hijo homosexual, ¿qué?
– No lo es.
– Es una hipótesis.
– Ante todo, procuraría ejercer como padre.
– ¿Y si se casara con un hombre, iría usted a la boda?
– Me llevaría un disgusto, la verdad, pero estaría a su lado, ayudándole como padre.
Sacad vuestras propias conclusiones. Nosotros resaltamos tres cuestiones:
1. Lo rápido que se apresura a dejar claro que su hijo es heterosexual. No vaya a ser que alguien vaya a pensar que es gay –sin ser él nada de eso– y tenga un disgusto innecesario.
2. Tener tan claro que se molestaría por la posible homosexualidad de su hijo tiene un tufo a rancio y a homofobia que trasciende.
3. Cuando Fernández Díaz dice que ayudará a su hijo, ¿a qué se refiere exactamente? ¿A superar el trance de ser gay? ¿Le va a someter a algún tratamiento de choque? Nos falta una explicación…