La joven rapera vuelve a estar en el centro de la polémica. Tal y como nos tiene acostumbrados, Azealia Banks llenaba miles de titulares estos días por razones ajenas a su carrera musical. ¿El motivo? Cebarse en su perfil de Twitter con Zayn, ex componente de One Direction. Todo empezó con el lanzamiento del nuevo vídeo de Zayn (que puedes ver aquí), donde supuestamente este plagiaba varios conceptos utilizados anteriormente por la rapera. Estas mínimas coincidencias bastaron para que Banks entrase en cólera y volviese a abrir la boca de una forma bastante desafortunada.
Azealia llenaba así su perfil de Twitter de homofobia y racismo en un ataque sin sentido contra el joven cantante, al cual llamó “maricón” y “perro pakistaní con olor a curry”. Zayn es de origen británico, pero su padre es pakistaní y su madre acabó convirtiéndose al Islam. Pero Banks no solo ha arremetido contra el cantante, sino que también ha involucrado a toda su familia en la trifulca, pues ha llamado “sucia refugiada”a su madre y ha preguntando si seguirá haciendo de “chico blanco” cuando toda su familia sea destruida por América. En su bochorno discurso, también hubo tiempo para ensuciar su pasado en One Direction: “Eras la mascota del grupo”, aseguró Banks.
Las reacciones no se han hecho esperar, y la prensa mundial se hacía eco de todo esto devolviéndole la bofetada a la joven rapera que, una vez más, ha terminado retratándose como una persona fuera de lugar. La polémica ha ido más allá, tanto que el festival británico Rinse Born & Bred ha decidido cancelar la presencia de Banks en su cartel.
La carrera de Azealia Banks prometía ser brillante allá por 2012, pero su incontrolable carácter le ha pasado factura en una industria musical que prescinde de ella constantemente. Su música es digna de liderar las listas de éxitos mundiales (su ultimo single está en nuestro Top 10 semanal), pero sus continuas cancelaciones en festivales, el retraso monumental de su debut (previsto para 2012 y lanzando en 2014) y las peleas que ella misma ha provocado con sus compañeros de gremio cavaron su tumba antes de que su carrera despegase. Unos la tachan como la más odiada del mundo del pop, otros la alaban como una especie de activista que dice aquello que nadie se atreve a decir. Lo único que sacamos en claro es que reivindicar algo (si es que realmente esta chica lo hace) no pasa por dejar por los suelos a tus supuestos rivales. La lista de afectados por la mala baba de la rapera, donde encontramos a Beyoncé, Nicki Minaj o Perez Hilton, es tan larga como agotadora.
¿Y si lo único que muestra la deslenguada rapera es una pataleta infantil ante una industria que se ha olvidado de ella? Visto lo visto, la polémica parece ser la única forma que tiene de mantenerse en el candelero, para desgracia de todos aquellos que la admiramos como artista.