El funcionario de Instituciones Penitenciarias Juan Alfonso N.M. cortó personalmente la coleta a uno de los internos que custodiaba en el Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla porque, según él, llevar coleta era “de maricones”. Antes, el funcionario había instado a que se la cortase el propio recluso, y ante su negativa, decidió hacerlo él mismo. Los hechos sucedieron el 8 de septiembre de 2003, y el funcionario fue relevado de inmediato y condenado a dos años de inhabilitación por un delito contra la integridad moral de un recluso. Fue apartado del cargo entre 2010 y 2014 y, una vez cumplida la condena, volvió al trabajo.
El Tribunal Supremo ha acordado ahora avalar el acuerdo del Consejo de ministros por el que Juan Alfonso N.M. fue apartado definitivamente del servicio. El Alto Tribunal destaca que no sería aceptable que quien atentó contra la dignidad de un preso que estaba a su cuidado pueda recuperar su puesto laboral: “No cabe aceptar que los funcionarios se conduzcan de esta manera”.