PARA FANS DEL POP LUMINOSO
LITTLE MIX – “GLORY DAYS” (SYCO/ SONY MUSIC)
Si ya tienes quemado el último disco –literal– de Fifth Harmony, no sufras, que en el nuevo de Little Mix hay mucho que rascar, y muy bueno. En ocasiones te sorprenden por exquisitas, como en el baladón F.U., tan Destiny’s Child, en otras, por guarronas, como en Down & Dirty, en otras, por pizpiretas, como en Shout Out To My Ex. El contraste entre momentos empalagosos como Oops (con Charlie Puth) y aquellos en los que juegan a ser Nicki Minaj –aunque recuerdan más a Jessie J–, como Power, le da mucha vidilla a un álbum que entra sin vaselina y que está tan bien facturado que consigue que ni repares en el nulo carisma que tienen las “little mixes”. ★★★ 1/2
HYPHEN HYPHEN – “TIMES” (PARLOPHONE/WARNER MUSIC)
Jóvenes, arrogantes y ambiciosos, estos cuatro franceses combinan sin rubor la épica de Florence and The Machine, el nervio discorrockero de The Rapture y el activismo pansexual de Gossip. Su primer álbum, de un buen rollo absolutamente contagioso, está repleto de medios tiempos emotivos y de uptempos con subidones irresistibles. No inventan nada, pero desde luego se muestran de lo más aplicados recreando los referentes que les inspiran. ★★★ 1/2
DNCE – “DNCE” (REPUBLIC/UNIVERSAL MUSIC)
A Joe Jonas le pasa como a su hermano Nick. A los dos les pirra el rollo funky de Prince (DNCE le delata) y a los dos se les da muy bien el pop sensual (Body Moves). El problema que tienen los discos de ambos hermanos es, hasta ahora, el mismo: bordan cuatro canciones y el resto es relleno. Así que DNCE suena a coitus interruptus, con ecos de Maroon 5 y Bruno Mars en sus mejores momentos, y con temazos incontestables como los ya citados,Toothbrush o Doctor Who. ★★ 1/2
¿Te gusta la música negra con un punto fuertemente sensual? Pasa página
PARA AMANTES DEL ELECTROFUNK
BRUNO MARS – “24K MAGIC” (ATLANTIC/WARNER MUSIC)
Es el primer disco en el que Mars suena auténtico, y eso que es el álbum en donde más descaradamente copia –mejor, homenajea– a artistas y grupos de los 80 y los 90. También es el disco que confirma oficialmente que el revival del r’n’b de los 90 ha llegado para quedarse en las radiofórmulas. Un álbum breve y compacto, que va al grano, y cuya vocación comercial no está reñida en absoluto con su ambición. Mars rinde pleitesía a Luther Vandross, New Edition –y a Bobby Brown–, Cameo, Guy y, cómo no, a James Brown. Aunque no se queda solo en el aspecto festivo y bailable de su tributo, That’s What I Live y Calling All My Lovelies son lo más sentido que ha grabado hasta ahora.
THE WEEKND – “STARBOY” (REPUBLIC/UNIVERSAL MUSIC)
Es un disco a todas luces excesivo, un ‘egotrip’ de proporciones estratosféricas de un artista que ha llegado a ese nivel de éxito en el que todas sus letras van o sobre los tormentos paranoicos de la fama o sus dotes de ligón –atención al deje misógino de varias–. En lo musical, el álbum arranca como un tiro –se abre y se cierra con colaboración de Daft Punk, toma poderío–, con sugerentes ejercicios r’n’b como Party Monster e himnos disco incontestables como Reminder –con Max Martin emulando a Disclosure–. Tras la colaboración de Kendrick Lamar en Sidewalks, comienza la reiteración, y cede el interés. Si lo miras como un disco doble, quédate con el primero. ★★★ 1/2
KATIE GATELY – “COLOR” (TRI-ANGLE)
Esta avezada productora se ha decidido a dar la cara como artista, y se ha marcado un lucido DIY en donde combina pop futurista y experimentación controlada. Imagina un cruce entre Leila Arab, Grimes y Laurie Anderson, y te sale Color, un álbum en el que la voz de Gately está en un discreto segundo plano ante el apabullante diseño sonoro de temas como Tuck y Lift, dos grandes ejemplos de pop avanzado. ★★★ 1/2
¿Te gusta el pop español ochentero? Pues pasa página
PARA AMANTES DEL POP ESPAÑOL OCHENTERO
CARLOS BERLANGA – “INTEGRAL” (LEMURIA MUSIC)
La existencia de esta antológica –en todos los sentidos– caja es más que un acto de justicia poética. Por fin se recopila toda la discografía en solitario de Carlos Berlanga, y con el lujo y el mimo que a él le habrían gustado. Solo se han puesto a la venta 300 copias de esta colección, que incluye sus cuatro álbumes remasterizados, en CD y vinilo coloreado, una completísima selección de maquetas, remezclas y rarezas y un DVD con todas sus actuaciones televisivas y su mítico concierto final en la sala Morocco en 1997. Además, un libro de 60 páginas permite descubrir dibujos suyos inéditos, repasar su discografía documentada y leer textos escritos sobre Carlos por Pedro Almodóvar, Miguel Bosé, Pablo Sycet, Luis Carlos Esteban, Alaska, Ibon Errazkin o Javier Furia. Una auténtica joya para celebrar el talento de uno de nuestros más grandes creadores pop. ★★★★
LUMI LUIS – “ELECTROSEX MACHINE” (LUIS MIGUÉLEZ MUSIC)
A Luis Miguélez le sigue yendo la marcha. ¡Y cómo! Su nuevo proyecto lo firma con un nombre distinto, quizá porque nunca antes se había adentrado de un modo tan directo en el techno-house con vocación pornográfica. El guarreo gay berlinés impregna de principio a fin este álbum que Miguélez produce y autoedita [contacto: [email protected]], con letras absolutamente explícitas y guiños a muchas de sus aventuras previas. Porque Jockstrap trae un aire a En mi prisión de Fangoria y European Dildo Queen tiene el deje petardo inmortalizado en su día en el álbum de McNamara. Y si Juan Tormento calienta Rubber Toy Boy, el ex actor porno Macanao Torres dispara todos los fusibles en su aparición en Erotic Dreams With A Pornstar. Techno-sexo duro. ★★★ 1/2
OLÉ OLÉ – “SIN CONTROL” (RAMA-LAMA MUSIC)
Como ejercicio de bizarrismo no tiene precio. Y solo así se puede ver, y disfrutar. La vuelta de Olé Olé, con Vicky Larraz de nuevo al frente –y sin Luis Carlos Esteban ni el desaparecido Juan Tarodo– arranca con este disco de duetos, con un delirante plantel de invitados. Las más logradas, Búscala, con Marta Sánchez, Bailando sin salir de casa, con Modestia Aparte, Sola, con Yurena, y Lili Marlene, con Roko. Muy fuertes son Conspiración, con Daniel Diges, Caminemos, con Falete, y No mueras posibilidad, con Paloma San Basilio. Al final, lo mejor es que te entran una ganas increíbles de recuperar las originales, así que el revival Olé Olé seguirá dando de sí en 2017. ★★★
¿Quieres saber cuál es el disco nacional más sorprendente de este fin de 2016? Pasa página
CARMEN HIERBABUENA – “ELE” (HIERBABUENA RECORDS)
Su atrevimiento da cada vez mejores frutos. Aunque en realidad no es que la sevillana Carmen Hierbabuena busque provocar, su intención es compartir sus eclécticas pasiones. Tras sus personales looks, en ocasiones chocantes, se esconde una artista que ama el pop ochentero, el folclore típicamente andaluz, la música disco y los himnos gays. Si en su EP Flamenca de día, gótica de noche se mostraba algo más melodramática y torturada, en su primer álbum es toda expansión y autoafirmación.
Lógico que confíe ciegamente en sus canciones, porque ha logrado un equilibrio muy interesante en ELE. Arranca con la única concesión a la tecnorrumba, Dices, pegadiza como ella sola. Como Conduciendo bajo los efectos del amor, destinada a hacerse más popular y coreada que Ardiendo, de su EP anterior. En Una noche de amor comienzan los guiños a las producciones de Stock, Aitken & Waterman, que fusionados con su flamenca interpretación dan pie a algo muy especial. Siguen los guiños en Acalorada, versión apócrifa de Love in the First Degree de Bananarama.
La Carmen tecnopopera, inédita hasta ahora, aparece en Yo soy la Hierbabuena (compuesta por Nacho Canut) y Groenlandia, versión rumbera del clásico de los Zombies, ahora con guiño a OMD. Y si en Pequeño cita un himno gay como I Will Survive, cierra el disco con el suyo propio, Vente al Orgullo. Con Carmen Hierbabuena, hasta el fin del mundo. ★★★★
Toda la música, AQUÍ