Partamos de la base de que en Ibiza nada es lo suficientemente descabellado como para ser lo más exéntrico posible, ni existe factura lo suficientemente elevada para que sea la más cara del mundo. En Ibiza todo se puede superar. Estamos en la isla de los excesos, de los famosos más ricos del planeta, de la marcha sin fin al ritmo del mejor musicón… Pero también de la tranquilidad más absoluta en las villas más exclusivas y retiradas del jaleo. Todo eso, y mucho más, es Ibiza. Contradicción pura. Pues en la isla pitiusa ha abierto un año más Sublimotion, el restaurante de Paco Roncero, al que se te trasladan en exclusivos Land Rover Sport y Evoque desde el Hard Rock Hotel, pues la firma ha vuelto a apostar por este cocinero dos Estrellas Michelin y tres Soles Repsol (por su restaurante madrileño La Terraza del Casino) que mezcla la alta gatronomía con la tecnología; por ello llevan tantos años trabajando mano a mano estas dos empresas. Y sí, es el restaurante más caro del mundo: 1.650 euros por cubierto.
Para empezar, explicar que no es un restaurante al uso. Tiene una sola mesa, con capacidad para 14 comensales, que pueden reservar por su cuenta o en grupo, que es lo más habitual. Preguntamos a su creador si alguna vez entre esos desconocidos que se sientan juntos, pagando la friolera de 1.650 euros, han discutido o han tenido problemas de convivencia, las típicas ‘cosas de ricos’ que puedan surgir entre ellos: “En absoluto, nunca hemos tenido el menor problema. Todo lo contrario. Es que aquí la gente viene a divertirse, a pasar un buen rato. Insisto en que este no es un restaurante normal”, nos dice sobre ese lugar al que no se va solo a cenar, sino a tener una experiencia sensorial y gastronómica. Sobre el precio, que es algo que siempre se destaca, nos asegura: “Siempre se hace hincapié en el tema de que es el restaurante más caro del mundo, y es cierto; pero es que hay mucha gente trabajando para ello, tiene un coste muy elevado para solo 14 comensales. Mi reto es poder ampliar el número de mesas y hacerlo más económico, estamos investigando para poder hacerlo, porque es un proceso muy caro”.
Paco Roncero, al fondo de la mesa, saca fotos con el móvil de esta reinvención de su mítico plato ‘El huerto’, en el que un campo de verduras está listo para comer.
Este año, Sublimotion se ha renovado por completo. Es su cuarto año y ha pedido una colaboración especial a David Bisbal, que canta un tema compuesto en exclusiva para el local por Alfonso González Aguilar, director musical del proyecto, y que se puede escuchar virtualmente desde el Teatro Real proyectado en las cuatro pantallas que envuelven la mesa.
Una vez que ha comenzado el show, pues esta experiencia gastronómica no deja de ser eso, un show multisensorial que mezcla comida, bebida (champagne Perrier Jouët), sensaciones, olores, innovación (aquí es donde entra Land Rover, pues la filosofía de esta marca de coches es esa, la investigación tecnológica en la alta gama de la automoción o, en este caso, de la gastronomía), música, arte, viajes… Porque cada plato es un viaje a algún sitio, desde a una película de Charles Chaplin hasta a un paseo en helicóptero por los acantilados más agrestes del planeta. Y todo ello sin moverse de una mesa imperial (eso sí, con toda la tecnología posible dentro de ella para hacer posible esa experiencia, y no una mesa imperial al uso con un elegante mantel de hilo blanco) que, en un momento de la noche, se convierte en el escenario de Cabaret.
Con esta rosa comestible creada por Paco Roncero empieza un espectáculo dividido en doce entregas, con más de 20 platos que en total suman ocho estrellas Michelin, pues por primera vez en la historia de Sublimotion el creador de este proyecto ha pedido ‘ayuda’ a colegas suyos también estrellados: Diego Guerrero (dos Estrellas Michelin y tres Soles Repsol por su restaurante D’Stage, en Madrid), Dani García (dos estrellas y tres Soles por Bibo, en Marbella), Toño Pérez (dos Estrellas y tres Soles por Atrio, en Cáceres). A este equipo se une el maestro repostero Paco Torreblanca, el ilustrador Bakea, el diseñador Jose Piñero, el mago Jorge Blass, el modisto Roberto Diz o el DJ Wally López. Como se ve, el show está ‘servido’.
Si quieres ver el vídeo de cómo se sirve el postre en directo en el restaurante más caro del mundo, sigue leyendo
En este viaje gastronómico existen todo tipo de platos, esta es una selección de fotos de varios de ellos, más un vídeo de cómo te preparan en directo, pintando sobre un lienzo, tu postre.
En un momento de la cena, hay una experiencia en el ‘infierno’ a base de atún y patata dulce…
La mítica suela de zapato que se come Charlot también tiene un plato en Sublimotion.
Tras coger un avión y comer en la típica bandeja, se aterriza en Tailandia.
En otro momento de la noche, la protagonista de la cena es la película Cabaret.
Si quieres saber cómo era Sublimotion al año pasado, sigue leyendo
En 2017 el show gastronómico se ha renovado. Esta es la crónica de la edición del pasado año.
Paco Roncero, el estrellado (de estrellas Michelin) y prestigioso cocinero, ha vuelto a asociarse con Land Rover para llevar adelante, por tercer año consecutivo, el concepto Sublimotion, que puede presumir de ser el restaurante más caro del mundo. Son 1.650 euros el cubierto lo que cuesta, con IVA incluido. Tras un nuevo verano de éxito (el tercero) está a punto de echar el cierre y se prepara para el año que viene. Shangay.com entra para contarte cómo se vive la experiencia de la mano del propio Paco Roncero, que está encantado: “Son ya tres años y estamos muy contentos. Es la extensión del Laboratorio Gastronómico que tenemos en Madrid, que también nos patrocina Land Rover, pero adaptado al concepto Ibiza. La verdad es que ha ido muy bien y tenemos clientes que repiten. Hay, por ejemplo, un australiano que ha venido todos los años, y este último verano ya un par de veces».
Muy cauto sobre los famosos que lo visitan, prefiere no dar pistas: «Las redes sociales son testigo de los que vienen y quieren compartirlo. Eso se sabe y se puede ver. De este verano, quizá el más destacado ha sido Cristiano Ronaldo” sin desvelar otros nombres de aquellos que no lo han querido compartirlo en redes. Hace años se publicó que los reyes Felipe y Letizia habían ido a su Laboratorio madrileño (en el Casino de Madrid), algo que él nunca ha confirmado.
Pero, ¿en qué consiste la experiencia Sublimotion? Lo primero es reservar, algo que se hace online. Luego, unos impecables Range Rover Sport te recogen con un estupendo (y guapísimo) chófer (en el vestíbulo del Hard Rock Hotel o a pie de yate, si eres un multimillonario que está de paso por la isla ) y te lleva al local, que se encuentra en la parte trasera del citado hotel. Desde allí pasas a un pequeño vestíbulo en que ya desconectas del mundo real y te trasladas, mediante sensaciones, olores y música, a otro mundo. ¡Empieza el espectáculo!
Tras entrar en un ascensor en el que una azafata futurista te da la bienvenida, subes –o bajas, no se sabe muy bien– hasta un espacio en el que hay una gran e imponente mesa inteligente en la que te reciben de manera personalizada, pues una proyección con tu nombre te indica dónde debes sentarte. A partir de ese momento, una maestra de ceremonias te guía por una experiencia sensorial que combina imágenes (estás en una sala en la que una pantalla de 360 grados de envuelve e, inlcuso, en un momento de la noche vives una experiencia virtual de viajar por medio mundo, volando), música (cada plato tiene de una banda sonora específica), olores (los cambios de escenarios virtuales están acompañados por sensaciones olfativas) y, sobre todo, alta cocina, que es a lo que uno a ido: a cenar
.
Cada comensal es recibido por su nombre, tanto en una pantalla lateral como en el lugar en el que va a sentarse.
La mesa se funde en negro para que aparezcan los entrantes, que van desde una tortita de camarones actualizada hasta una misteriosa espuma. Una maestra de ceremonias te lo va explicando todo.
La lejana Rusia llega en forma de exquisto caviar… en suntuosos huevos de Fabergé.
En un momento concreto, el mar invade todo y bajas a las profundidades para cambiar de escenario… y de comida.
El famoso (y copiado) ‘Huerto de Paco Roncero’ se apodera en otro momento de la mesa para que el comensal coja directamente de la tierra las mejores verduras.
Si quieres seguir descubriendo cómo se cena en Sublimotion, sigue leyendo
Como ya has visto en alguna de las fotos, el largo menú comienza con unas entradas… y termina con postres. ¿Entre medias? De todo: experiencias del mar, del campo, de la tierra, del aire… hasta que el fin de fiesta termina con un circo que te devuelve a la infancia, mediante globos de colores y carruseles de todo tipo llenos de hamburguesas (especiales, por supuesto) y perritos calientes (que no son perritos calientes al uso, como también te puedes imaginar). Luego, un camarero te trae una paleta de ingredientes para pintar, ante tus ojos, el postre. Más tarde, el DJ Wally López que hace una estelar aparición virtual y pincha para ti. Todo esto, antes de pasar al jardín en el que te tomas la copa que hace que todos esas sensaciones reposen en tu memoria…
Tras la experiencia de viajar al huerto de la Toscana, la mesa inteligente te traslada al Orient Express. La vajilla pasa a ser de La Cartuja.
En otro momento de la cena, el vino se decanta con una vela, a la antigua usanza.
Antes de llegar a los postres llega un circo que transforma de nuevo el comedor.
En las siguientes fotos vemos como de una paleta de ingredientes, el camarero te dibuja el postre.
DJ Wally Lopez hace una aparición virtual al final de la cena exclusivamente para los clientes de Sublimotion.
Poco después, el mismo estupendo Range Rover Sport te devuelve a tu lugar de origen tras vivir esta experiencia Sublimotion, que combina al altísima gastronomía con todo tipo de sensaciones…
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