Màxim Huerta siempre ha estado muy unido a sus padres. Es algo que nunca ha ocultado. El pasado 24 de marzo, escribía en su blog: “Mi padre tiene alzheimer y pequeños infartos que van minando su capacidad de movilidad. Mi madre camina regular. Regular mal, diría ella en un matiz importante. Yo asumo la vida como viene. No estoy vencido, es solo una especie de resignación dócil y voluntaria”.
El pasado 8 de julio en El Español, escribía: “A veces miro a mi padre, como ahora, y me quedo callado. Los dos frente a frente, con un café de por medio. ‘Qué pasa, papá’, le digo. ‘Bien’, me responde. Nada más. Ahí acaba toda la charla del día. Las horas pasan y su mirada va quedándose perdida entre la ventana y la buganvilla. Nadie me dijo que aquel hombre que venía con las manos llenas de callos y manchas de grasa en la ropa, olor a coñac y a tabaco farias, fuera a parecerme hoy tan débil. De eso no te avisan…”.
Hoy ha sido su grandísima amiga Bibiana Fernández quien ha vuelto a poner de manifiesto el cariño que el escritor y periodista siente por su familia, publicando en su Instagram esta foto con este texto: “Mi amigo, esa palabra que banalizamos tantas veces, dos dias seguidos juntos, y hoy su padre a emprendido ese viaje al que todos nos resistimos, te amo infinito a ti a tu madre y a toda tu familia os acompaño en el sentimiento, pongo esta foto porque quiero pensarte alegre, aunque no sea el momento”.
Las redes sociales, en las que Màxim es muy activo, se han llenado de mensajes de pésame.
Desde Shangay queremos dar a nuestro amigo nuestro más sentido pésame y mandarle un beso enorme. Descanse en paz.
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