“Había una vez, un circo…”, cantaban los payasos de la tele. Para continuar, “que alegraba siempre el corazón”. Y de eso hay mucho en Grandes Éxitos, un musical creado por y para Jorge Javier Vázquez que acaba de estrenarse en el Teatro Rialto de la Gran Vía de Madrid, epicentro de lo que se hoy se denomina el Broadway español.
Cuando hay sentido del humor, sentido del espectáculo y, sobre todo, sentido común, un show tiene muchas garantías de salir bien. Es lo que ocurre en este caso. A Jorge Javier Vázquez se le puede acusar de muchas cosas, menos de tonto. Además, si otra cualidad tiene en su ‘haber’ es la de tener un gran sentido del espectáculo y ser un gran comunicador. Cuestión aparte es si gusta qué comunica y cómo lo hace. Si a eso se le suma su conocimiento del mundo del musical y de los grandes y clásicos shows de Broadway o del West End londinense, pues el resultado es Grandes Éxitos, un musical de formato medio con una impecable factura y muchísimo sentido del humor.
El presentador de Sálvame quería cantar en un escenario. Es algo que nunca ha negado. Se ha hecho un traje a medida para ello y se lo ha pagado él. ¿Hay algo malo en ello? En todo caso, si el resultado fuera un horror, sería simplemente carne de una mala crítica. Pero, como hemos dicho, Jorge Javier puede ser cualquier cosa menos tonto. Por eso se ha rodeado de un gran equipo, empezando por su director y autor de la obra, Juan Carlos Rubio, que ha concebido un texto lleno de humor, muy bien construido y con un ritmo que permite que el protagonista vaya creciendo en escena según se desarrolla la trama. Es decir, arranca con un Jorge Javier que se ríe de sí mismo, con una sucesión de números musicales –muy divertidos– en los que demuestra sus escasas dotes para el canto, para terminar el espectáculo con un número musical en el que sorprende (para bien), pues le permite demostrar lo conseguido en estos últimos años en los que ha recibido intensas clases de canto y baile. Entre medias, Marta Ribera (luego hablaremos de ella) le canta un antológico medley de Había una vez un circo y Susanita tiene un ratón a la cara, mientras Jorge se va haciendo pequeñito (más, pues la estatura del protagonista es otra de las protagonistas del show) sobre el escenario. El argumento es muy sencillo: Jorge es un presentador de televisión al que le ofrecen grabar un disco de grandes éxitos y él exige hacerlo junto a Blanca del Bosque, una grande de la escena de los musicales con la que no se habla desde hace años a pesar de que fueron íntimos amigos (no, no es nadie conocido, no hay un alter ego de Blanca del Bosque en la escena española).
¿Un presentador de televisión sobre las tablas de un teatro? En los países en los que el mundo del espectáculo musical forma parte de su ADN cultural es algo más que habitual. Aquí, quizás, nos parezca raro. Pero no lo es tanto. Sería criticable si se pretendiera disfrazar de otra cosa. Y no es este el caso. Estamos ante un divertimento puro y duro. Un show de una hora y media concebido para pasar el rato y pasarlo bien. Para ello, Jorge Javier se rodea de los mejores. Su compañera de escena es Marta Ribera, que lo ha hecho todo en el mundo del musical: The Hole Zero, Grease, Cabaret, Chicago, Hermanos de sangre, La magia de Broadway, Jeckyl & Hyde… Marta es muy grande, mucho. Y a su lado, Jorge podría parecer más pequeño. Pero no es así. Juntos se crecen en una obra que está creada para ello, un traje a medida, cortado de tal manera que permite hacer de la necesidad virtud, y el presentador sale fortalecido de la prueba. El sentido del humor es básico para ello, pero es que, además, la trama permite, como hemos dicho, ver en escena la evolución de un hombre que lleva años preparándose para dar este paso. Julio Awad en la dirección musical (otro grande el género) y los demás compañeros de reparto, Alejandro Vera y Beatriz Ros, con un espléndido e inesperado número ‘raphaeliano’ casi al final de la función, completan los ingredientes para que este plato salga tan bien cocinado.
“There’s no business like show business”, cantan desde hace décadas en Broadway, escenarios en los que se han subido desde grandes del teatro a fugaces estrellas de Hollywood que no duran brillando ni un telediario; desde clásicos de la escena a obras de consumo rápido que sirven para llenar el patio de butacas una temporada más. ¿Que Jorge Javier Vázquez, presentador de Telecinco, se ha hecho un traje a medida para subirse a los escenarios de la Gran Vía en un musical? Sí. Pero un traje muy bien cortado por Juan Carlos Rubio y muy bien cosido por Marta Ribera, Beatriz Ros, Alejandro Vera, Julio Awad y, le pese a quien le pese, por él mismo. Porque Jorge puede ser todo menos tonto, y lo que no va a hacer es suicidarse en directo. Una obra divertida, de factura impecable y que solo busca una cosa, divertir. Prueba superada. El polígrafo dice la verdad.
¿Quiénes acompañaron a Jorge Javier Vázquez en su estreno? Sigue leyendo
Raúl Prieto, uno de los directores de Sálvame, y Belén Esteban.
No solo compañeros de Telecinco estuvieron en el Rialto con Jorge Javier Vázquez, sino muchos amigos del teatro o el periodismo, entre otros sectores.
La actriz Marta Valverde se sentó con el colaborador Nacho Montes.
El actor Jorge Lucas tampoco faltó al estreno de Grandes Éxitos.
El actor Antonio Albella.
El director de cine y teatro Juan Luis Iborra, en el patio de butacas.
El director de CESIDA, Toni Poveda, fue con su amiga la activista trans y diputada regional del PSOE Carla Antonelli.
El colaborador de Sálvame Jesús Manuel Ruiz y el estilista Manuel Zamorano.
El periodista y escritor Màxim Huerta.
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