Es el Jefe de Servicio de Enfermedades Infeccionas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y una de las voces más respetadas a nivel mundial de todo lo que tiene que ver con el VIH. Hablamos con Santiago Moreno para que nos resuelva todas las dudas que surgen sobre el autotest del VIH que acaba de comercializarse en farmacias para que nos resuelva todas las dudas. Se vende en farmacias, su precio es de aproximadamente 29 euros (puede variar de un establecimiento a otro) y tiene una muy alta fiabilidad. Sin embargo, sigue presentando muchas dudas, y en Shangay queremos ayudarte a resolverlas.
Para ello, entrevistamos a Santiago Moreno, que nos dice sin dudar: “Tiene muchas ventajas, como simplicidad de administración y de interpretación de los resultados. Es de rápida ejecución y tiene fiabilidad. Consiste en obtener una muestra biológica no invasiva (exudado oral o sangre mediante una punción con una lanceta en el pulpejo del dedo), que puede recoger cualquier persona, y aplicarla en el dispositivo que proporciona el kit del test. En cuestión de 15-20 minutos se obtiene el resultado. La fiabilidad que tiene es muy alta, tanta como la de las pruebas habituales de laboratorio. Supera al 98-99%, y tiene pocos falsos positivos y pocos falsos negativos. Como en las pruebas de laboratorio, un resultado positivo tiene que ser confirmado con pruebas específicas”.
Y es precisamente esta sencillez la que hace que, para él, sea muy útil para un diagnóstico precoz, algo que considera fundamental en la lucha contra el virus: “El test rápido es una herramienta que puede ayudar a aumentar el número de nuevos diagnósticos y disminuir la fracción oculta de infección por VIH”. Aunque hace hincapié en lo siguiente: “Se debe intentar garantizar que ninguna persona que se realice el test se encuentre desorientada tras un diagnóstico positivo y no sepa cómo acudir a un centro para recibir la información que precisa sobre su enfermedad”.
La llegada de este autotest a las farmacias no quiere decir que vaya a dejar de ser gratuita la prueba en los centros médicos. Para Santiago Moreno, la clave de todo está en tener una información lo más real posible sobre el número de infectados, solo así se podrá llegar al ansiado momento en el que el VIH sea una página del pasado: “No sé si el final del VIH si está o no cerca, pero lo que sí sé que esto se acabará por controlar, y de buena manera. Lo que es muy difícil de saber es cuándo. Porque aunque hay investigación intensa, tanto de lo que es sobre curación del VIH como de una vacuna preventiva, cada uno de los dos aspectos tiene sus serias dificultades. Es más razonable confiar en que, con lo que ya sabemos, podemos controlar la aparición de nuevos casos. Por ello es muy importante que la gente sepa si está o no infectada y que, con el tratamiento adecuado, es una enfermedad crónica que, salvo casos muy excepcionales, una persona que acuda al hospital con un diagnóstico más o menos precoz de la infección, si se le pone un tratamiento antiretroviral, y lo hace bien, tiene garantías absolutas de no padecer ninguna complicación relacionada con el VIH. Y, además, viviendo el mismo número de años que si no lo tuviera, con la misma calidad de vida”.
Hablando claro sobre VIH: Ni una pregunta sin respuesta
Por eso, para él, es tan importante realizarse la prueba o el test: “Los diagnósticos tardíos superan el 40% y hasta un 20% se diagnostican simultáneamente de la infección por VIH y de sida, es decir, se diagnostican en estadíos muy avanzados. Existe un alto porcentaje de personas infectadas por el VIH sin diagnosticar y es en ellos donde la infección progresa al no ponerse tratamiento antirretroviral. Se cree que aproximadamente un 18% de los infectados están sin diagnosticarse. Para una persona que use el test, un resultado negativo prácticamente le excluye de estar infectado. La única excepción práctica es que se encuentre lo que denominamos ‘periodo ventana’, que es ese tiempo en el que la infección ha sido reciente y todavía no de tiempo a que la prueba se haga positiva. Si el test es positivo, es casi seguro que esté infectado. Pero, dada la posibilidad de excepcionales resultados falsos positivos, se debe confirmar con pruebas sin margen de error que se encuentran en todos los laboratorios dedicados al diagnóstico microbiológico”, nos dice.
También nos explica en qué consiste la técnica inmunocromatográfica en la que se basa el autotest del VIH para sus resultados: “Se utiliza también, por ejemplo, en la prueba del embarazo, y en otras de diagnóstico rápido. Permite la detección de un determinado antígeno. Se llama inmunocromatográfica porque se basa en una reacción inmunológica antígeno-anticuerpo muy específica (en nuestro caso, antígenos del VIH que reaccionan con anticuerpos específicos incluidos en la nitrocelulosa de la prueba) y posteriormente se revela mediante coloración (de ahí lo de cromatografía). La prueba se acompaña de un control positivo para poder interpretar adecuadamente el resultado. Si se toman las precauciones adecuadas, este autotest rápido es una herramienta muy útil para ayudar a aumentar el número de nuevos diagnósticos y disminuir así la fracción oculta de infección por VIH. Eso sí, para evitar lo que comenté de que una persona se vea desorientada tras un diagnóstico positivo, recordarle que debe acudir a un centro para recibir la información y el tratamiento que precisa su enfermedad. Para eso estamos nosotros en los centros médicos, para orientarles y tratarles. Insisto en que estamos ante una enfermedad crónica que, con el tratamiento adecuado, permite llevar una vida completamente normal”.