Ekai Lersundi, el joven transexual, que puso fin a su vida, el pasado día 15, tras una lucha constante, junto a su familia, por su cambio de género en sus documentos oficiales, tratamiento hormonal y su aceptación en el colegio. Muchos son los que se han pronunciado con el mensaje “no es suicidio, es asesinato” tras la muerte del joven.
“Explicar a todo el mundo que los datos en tus documentos están mal te hace pasar ratos muy malos”, contó hace unos meses en un programa de La Sexta, con motivo de la aprobación en el Congreso de los Diputados de los trámites para que los menores transexuales puedan cambiar su nombre y sexo en el Registro Civil sin necesidad de informes médicos. Ekai decidió poner fin a su lucha y fue encontrado por su madre en su casa familiar en Ondárroa, Vizcaya.
Un chico transexual se suicida en el País Vasco
Pero incluso con hechos tan tristes como este hay personas que continuan sin comprender la gravedad del asunto. La #LeyIgualdadLGTBI, que lucha por los derechos del colectivo, sigue sin ser aprobada.
Se pide una #LeyIgualdadLGTBI para garantizar los derechos humanos del colectivo.
La cuestión es que, como cualquier español, ya tienen todos los derechos y libertades garantizados por la Constitución.
Lo único que queda por darles son privilegios.— Carla (@eledhmel) 24 de enero de 2018
Pero los mensajes de apoyo volvieron a ganar la batalla, aunque, desgraciadamente, ya es demasiado tarde para Ekai.
La muerte de Ekai Lersundi es nuestro fracaso como sociedad. Sigamos luchando para que, nunca más, a un niño o niña transexual se le niegue su identidad https://t.co/nBkyxXnuuO
— Jesús Vázquez (@_JesusVazquez_) 17 de febrero de 2018
Cientos de personas piden en Pamplona que la diversidad sea «un valor», en homenaje a Ekai https://t.co/esSKK1Ko53 pic.twitter.com/1nwioXZKe7
— 20minutos.es (@20m) 18 de febrero de 2018