“Tu revolución no me interesa si no puedo bailar”, afirma Putochinomaricón. Desde luego, él entiende el activismo de una manera tan versátil como bailonga. Buena prueba de ello es su primer EP, Corazón de cerdo con ginseng al vapor, un trabajo autoproducido, editado por Elefant Records, de un creador que ha llegado para romper moldes y agitar conciencias. De momento, ya ha conseguido que las tres palabras con las que se autodefine, y que forman su nombre artístico, no nos suenen tanto a insulto sino a términos de empoderamiento. En esta entrevista no habla del porqué de su nombre, de sus referentes pop, de los insultos que recibe, de homofobia, de género… yde la necesidad de la pluma. Putochinomaricón sí que es necesario ahora mismo.