El pasado sábado tuvo lugar la final de la segunda edición de Ninja Warrior, el programa de televisión que busca al mejor combatiente. Durante el concurso, los aspirantes deben superar una serie de pruebas físicas y mentales para conseguir alzarse con el premio final de 30.000 euros.
La final, que no estuvo tan reñida como cabía esperar, contaba con cinco finalistas de entre 22 y 36 años. Sin embargo, solo uno de ellos consiguió pasar el circuito más complicado y optar al cinturón dorado. Fue Eric López, el escalador profesional madrileño cuyo paso por el programa no ha dejado indiferente a nadie. Ni tampoco su cuerpazo.
El deportista, aunque no consiguió escalar el Monte Midoriyama en el tiempo requerido y, por tanto, no se coronó como Ninja Warrior Internacional, sí que fue el único de los finalistas en pasar la prueba final.
López, que ya participó en la edición anterior, dejó fuera de combate a sus compañeros, pero también nos dejó sin aliento a todos cuando lo vimos sin camiseta.