No es novedad que Facebook decida eliminar una cuenta de sus páginas, y menos, una cuenta para maricas… Son ya muchas las ocasiones en las que el colectivo LGTB ha acusado a la red social de homofobia. Y no es para menos.
Chicas y maricas es un fanzine como los de antes, como los míticos. Cuestionarios sexys, rankings y reseñas de series y películas son la esencia de esta revista. Como toda publicación del siglo XXI que se precie, Chicas y maricas tenía sus correspondientes cuentas en Facebook e Instagram, donde actualizaban regularmente sus contenidos. Y digo “tenían” porque desde el pasado lunes sus páginas y cuentas ya no están en estas redes sociales. Y no han desaparecido por arte de magia como Soraya en su actuación de Eurovisión, sino que más bien han sido censuradas. ¿El motivo? Usar “un lenguaje que incita al odio, lo que infringe las normas comunitarias”. O eso dice Facebook.
Julián Almazán, uno de los creadores del proyecto, no tardó en pronunciarse al respecto. “Quien nos conoce y ha ido a nuestras sesiones sabes que eso es una majadería”, publicó en su cuenta personal de Instagram, ya que la de la empresa había sido eliminada también.
Es evidente que el lenguaje de Chicas y maricas no incita al odio, de hecho, busca lo contrario. Autollamarse “marica” empodera, da visibilidad y hace que los homófobos se queden sin insultos para el colectivo.