¿Quieres un chute de Beethoven? Pues 'Beethoven Modern' es tu festín musical

Temas: Auditorio Nacional, CNDM, Música

El Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) tira la casa por la ventana con su ciclo Contrapunto de Verano. Beethoven Modern. Y esto de tirar a casa por la ventana es literal: con la integral de los cuartetos de cuerda de Beethoven, en un ciclo de seis conciertos, tocados por el Cuarteto Casals, y con seis cuartetos de estreno mundial (compuestos para la ocasión) en cada una de las jornadas. Todo un festín musical en el Auditorio Nacional.

¿Se puede pedir más? No hay oportunidad mejor para una masterclass musical (de esas que no se olvidan) que ocasiones como estas. El Cuarteto Casals es una de las mejores agrupaciones de cuerda del mundo, y este año festeja su XX aniversario. Para celebrarlo, han decidido darse este homenaje que si para ellos es un regalazo, para los aficionados es una de esas citas únicas e imprescindibles.

Veinte años no son nada: eso es lo que podría decir el Cuarteto Casals, uno de los mejores del mundo, en este aniversario. Y efectivamente, no son nada comparado con lo que les queda por contar… y, sobre todo, por tocar. Para celebrarlo, afrontan esta integral de los cuartetos de Beethoven en el Auditorio Nacional.

Como hemos dicho, este encargo del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) al cuarteto tiene, además, el regalo de estar ‘maridado’ con seis estrenos absolutos, uno por cada concierto. Este festín musical es una coproducción con L’Auditori de Barcelona, el String Quartet Biennial Amsterdam (SQBA), el Wigmore Hall de Londres, la Unione Musicale Torino y el Wiener Konzerthausgesellschaft. Cinco puntos de referencia de la vida musical mundial.

Sin esta sinergia hubiera sido imposible sacar adelante este proyecto, que ahora llega a la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Madrid. Muchas veces, la música clásica provoca cierto miedo al público no habitual. Grave error. Y ocasiones como estas son perfectas para perderle ese ‘respeto’.

Un ‘chute’ de Beethoven de este calibre es la mejor oportunidad para intentar comprender en su plenitud a un genio como este compositor, que revolucionó la historia de la música.

Y si no se llega a comprender (no es fácil), al menos acercarse a él, disfrutarlo, que no es poco. Jonathan Brown, viola del cuartero, afirma: “Después del op. 18 transcurrieron solo seis años antes de que Beethoven volviera a escribir cuartetos. Fueron estos unos años muy productivos para él, representando un gran avance en su lenguaje musical. Si bien a Beethoven le molestaban los límites de las normas clásicas, con los cuartetos del op. 59 dedicados al conde Razumovsky amplió sus posibilidades más allá de lo que la gente de su tiempo fue capaz de asimilar. Y aún hay más: la intensidad del op. 95 en fa menor (un cuarteto que incluso Beethoven consideró ‘no apto para ser tocado en público’) concluye prácticamente sin previo aviso con una coda en el modo mayor deslumbrantemente virtuosa. Con Beethoven no hay respuestas simples ni resoluciones fáciles […] Parecía escribir para una audiencia futura idealizada, para oyentes capaces de experimentar la irresistible profundidad de sonidos colmados de significado, firmemente anclados en el pasado, pero apuntando hacia el futuro”. Hoy es ya ese futuro, y su vigencia está más que probada. A todo eso hay que añadir una cuestión muy importante: el precio de las entradas. Por solo 10, 15 o 20 euros por concierto, uno puede alcanzar la gloria. ¿Las citas? Los días 25 y 31 de mayo y 12, 14, 19 y 21 de junio.