Acaba de coronarse, una vez más, como diva gay en el Orgullo LGTBI de São Paulo, donde triunfó vestida, cómo no, con un modelo arcoíris. Anitta, de 25 años, volvió recientemente a España, cinco años después de su primera visita para promocionar Show das poderosas, con un estatus bien distinto al de entonces. Porque no deja de encadenar éxitos, tanto en portugués como en castellano, sola o muy bien acompañada.
Comenzó su rumbo ascendente –y el inicio de su conquista global– con Bang, y después fueron llegando Sí o no [con Maluma], Sua cara [con Diplo y Pabllo Vittar], Vai malandra, Machika, Downtown [estas dos junto a J Balvin], Is That For Me? [con Alesso], Paradinha, Indecente [la versión en castellano de la anterior]… Un no parar. Ahora, además, se defiende en un castellano casi perfecto (“olvidé el italiano que sabía de no practicarlo, pero estoy estudiando mucho español y mi marido, que habla francés, me va enseñando palabras. Es guapísimo, por cierto…” [enseña foto en el móvil y lo corroboramos]). Ahora mismo no da crédito: “Tengo suerte en el trabajo y en el amor. Tanta que a veces le pregunto a Dios: ‘¿me va a pasar algo malo?’. Porque no es posible!”. De momento, puede estar tranquila.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo llevas que se critique el hecho de que te muestres tan sensual en tus vídeos?
ANITTA ⇒ La sensualidad es algo muy bonito. Y cada persona debe actuar tal y como quiere. Si yo quiero ser sensual, no estoy haciendo daño a nadie; a quien no le guste, que no me mire. No debemos juzgar la manera en que cada cual decide vivir su vida. Aunque, ojo, yo tengo días en que no me gusta explotar mi sensualidad… En mis vídeos siempre, porque me encanta jugar con esa imagen de diva que tanto me gusta.
SHANGAY ⇒ ¿Fue cosa tuya que en el vídeo de Vai malandra se resaltara la sensualidad de los hombres que te rodean, casi todos semidesnudos?
ANITTA ⇒ ¡Sí! ¡Porque los hombres son muy bellos también! Y quise ser yo la única mujer que interactúa con ellos, para que nadie pensara que utilizaba a ninguna otra mujer como si fuera un objeto sexual… ¿Sabes qué es lo más importante para mí de ese vídeo? Que en él enseño mi celulitis. Me he operado para cambiar partes mías que no me gustaban, como mi nariz, por ejemplo. Pero para luchar contra la celulitis tendría que empezar por comer menos, y por ahí no paso [risas]. No me avergüenzo de mi cuerpo, ni de mi celulitis, y quise compartirlo.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué te involucras tanto en todos los aspectos de tu carrera?
ANITTA ⇒ No tengo ni mánager en Brasil… Me ocupo de todo, del aspecto artístico de mi carrera pero también del burocrático desde hace cuatro años, dirijo mi empresa desde mi teléfono [risas]. Me sirvió estudiar gestión y administración, y además mi hermano me ayuda muchísimo.
SHANGAY ⇒ ¿Qué colaboraciones de todas las que has encadenado últimamente han sido determinantes para tu éxito?
ANITTA ⇒ Las que he hecho con J Balvin. Porque lo nuestro ha ido más allá de una colaboración profesional; me ayuda muchísimo, me da consejos y se esfuerza por contribuir a que sea cada vez más conocida. Si mi carrera ha despegado tan rápidamente fuera de Brasil es gracias a él. José es tan bueno… ¡Me pregunta más veces a la semana si estoy bien que mi mamá! Así que yo le ayudo en el mercado brasileño todo lo que puedo también.
«Para luchar contra la celulitis tendría que empezar por comer menos, y por ahí no paso»
SHANGAY ⇒ Que colaboraras con la travesti Pabllo Vittar también ha sido importante para que se la conozca fuera…
ANITTA ⇒ Es que me encanta enviar mensajes con todos mis trabajos. Cuando la invité a colaborar en Sua cara era porque quería decirle al mundo “mirad, es una drag, que canta y baila de maravilla”. En Brasil a las travestis les cuesta mucho encontrar trabajo, y se tienen que enfrentar a muchos prejuicios en la calle. Esta era una manera muy festiva de que esa gente valorara lo que hace al verla a mi lado.
SHANGAY ⇒ ¿Qué otros detalles te gusta tener con tus seguidores gays?
ANITTA ⇒ Llego al punto de que hago shows especiales cuando actúo en clubs gays. Porque el público gay siempre me pide más: más plumas, más glitter, ¡más todo! Todos mis grandes amigos son homosexuales: ellos, gays, ellas, lesbianas. Sé de primera mano lo que les gusta de mí, y procuro dárselo. Mezclo mis canciones con clásicos de Beyoncé o Madonna, utilizo sobre todo bailarines masculinos que hacen coreografías que normalmente se consideran femeninas, con tacones incluidos… Igual que en el resto de conciertos cuento siempre con bailarinas que no encajan con el prototipo de chica delgada; la gente tiene que ver también que hay que acabar con el prejuicio hacia las personas que utilizan tallas grandes. Si son grandes bailarinas, ¿por qué no van a tener su oportunidad?
SHANGAY ⇒ ¿Por qué esa fijación por hacer visibles todo tipo de injusticias sociales?
ANITTA ⇒ Porque he vivido en mis carnes muchos de esos prejuicios: por utilizar abiertamente mi sensualidad, por provenir de las favelas y tener orígenes muy humildes, porque hay quien piensa que si eres guapa no puedes ser inteligente… Yo no tuve miedo de empezar desde abajo, actuando en locales pequeños en barrios muy humildes. He tenido que vérmelas con gente que se ha portado muy mal, he recibido muchos noes, me cerraron muchas puertas cuando empezaba.
«Invité a colaborar a Pabllo Vittar en Sua cara era porque quería decirle al mundo “mirad, es una drag, que canta y baila de maravilla”
SHANGAY ⇒ Hablemos de tus divas de referencia…
ANITTA ⇒ Por encima de todas, Mariah Carey. Ha sido mi profesora de canto, porque empecé a escucharla siendo muy niña. Después, Beyoncé y Rihanna. Pero te diré que realmente no aspiro a ser tan grande como ellas, estoy contenta con lo que ya he logrado. Ver que canciones como Sua cara, cantadas en portugués, se han escuchado en todo el mundo, para mí ya es un logro inmenso. No me obsesiona, ni mucho menos, hacerme un hueco en mercados como el estadounidense… Pienso en toda ese gente que me decía que estaba loca cuando decía, al principio de mi carrera, que iba convertirme en una de las artistas más importantes de Brasil. Ahora, algunas de esas personas recurren a mí en busca de ayuda, y yo les echo una mano encantada. Creo que hay que saber perdonar siempre.