Gijón vivió su particular Pride con la celebración y el desfile del “Orgullo del Norte”. En esta reivindicación, unas 500 personas colorearon la ciudad con un pasacalles que, año tras año, es más mayoritario. Este evento es organizado por el “Orgullín del Norte”, un festival que se celebra anualmente en el Camping de Deva.
Toda España se tiñe estos días con la bandera arcoíris, y Gijón no se ha quedado atrás. Muchos de los asistentes acudieron con disfraces, y otros con pancartas reivindicativas, todo en un ambiente festivo. La portavoz de la organización, Yosune Álvarez, aseguró que «fue la mejor edición hasta el momento».
Ha sido la octava entrega de esta fiesta reivindicativa de los derechos del colectivo LGTB. Su punto y final fue con una jornada dedicada a la diversidad familiar en la que participaron alrededor de 400 personas. Música, juegos tradicionales y una paellada fueron el broche de oro a una cita que cada año suma más adeptos y que en su despedida recibió la visita de la alcaldesa, Carmen Moriyón.
La marcha partió desde el céntrico Paseo de Begoña y terminó en la Plaza Mayor de la ciudad costera asturiana. En ella se reclamaba una Ley Integral Trans en Asturias, y se lanzaron mensajes de igualdad y diversidad. Esta reunión logró atraer a gente fuera de la región, lo que le está dando una gran notabilidad en los últimos años.
Al día siguiente, siguiendo con la tradición, tuvo lugar el Día de la Diversidad Familiar. Este es, quizás, el momento más especial del Orgullín del Norte, en donde el protagonismo lo tienen las familias, pero sobre todo los niños y niñas, que contaron con la animación de Despreocúpate Eventos durante toda la mañana. Vamos, una fiesta para todos en el corazón de Gijón.