La cantante Mónica Naranjo acaba de confirmar a los medios de comunicación que pone fin a su matrimonio de 15 años con Óscar Tarruella. La pareja se conoció cuando entraron a robar a la casa de la cantante de Desátame y Óscar, que era mosso d’esquadra, acudió a su domicilio.
Se casaron en el año 2003 y, desde entonces, han sido una de las parejas más consolidadas del panorama artístico español. Hoy, sin embargo, anuncian que comienzan «caminos distintos» en sus «vidas personales».
Desde que surgió el flechazo, Óscar se convirtió en el representante de Mónica. Juntos dirigen la empresa Alaia Productions, desde la cual han representado a artistas de la talla de Edurne.
La pareja ha confirmado mediante este comunicado que seguirán unidos en lo laboral, y que la decisión ha sido tomada desde el cariño y el respeto.
«Nos dirigimos a ustedes para comunicarles que a partir de ahora nuestras vidas personales irán por caminos distintos. Esta decisión, meditada y de mutuo acuerdo, fue tomada desde el cariño y el respeto que nos tenemos. En cuanto a lo laboral, seguiremos trabajando juntos, como venimos haciendo desde hace tantos años. Aprovechamos la oportunidad para agradeceros el respeto que siempre habéis tenido hacia nuestra familia».