De todos es sabido que el cuerpo de Tom Daley roza la perfección. Su figura es casi una obra de arte cuyas medidas siguen las normas de la proporción áurea. Es como si el mismísimo Miguel Ángel hubiera decidido esculpirlo a imagen y semejanza de su David… El saltador olímpico podría subirse a un pedestal en bañador y quedarse quieto cual mimo y, probablemente, la cola para verlo sería casi la misma que para entrar a la Capilla Sixtina. Él es arte de carne y hueso.
Eso mismo pensó el pintor e ilustrador David Hockney cuando vio al deportista británico. Seguramente no lo dudó ni un segundo y decidió convertirlo en su musa. Daley posó desnudo para el famoso artista el pasado verano y el resultado fue un lienzo de grandes dimensiones en tonos grisáceos y marrones donde se puede ver al deportista sentado en un sillón con la mano estratégicamente colocada. Se agradece que Tom Daley se haya tirado a la piscina, estaba vez de forma retórica, y haya decidido posar con un objetivo artístico. Una maravilla.
La obra de Hockney se puede ver actualmente en el LACMA (Los Angeles County Museum of Arts), conocido por su llamativa fachada repleta de farolas. Daley visitó el museo hace unos días y no dudó en retratarse junto a su cuadro. «Mi madre me ha visto desnudo», escribió en su cuenta de Instagram tras subir la fotografía. Querido, Tom, tu madre y ahora medio mundo te han visto desnudo… Thank you, darling.