¿Qué le pasa a Jesús Tomillero en Instagram?

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Jesús Tomillero está más enamorado que nunca y lo está dejando claro en sus redes sociales. El árbitro ha dado un baño de miel y melaza a sus seguidores.

«Porque te amo más de lo que se puede imaginar y me haces sentir el amor que nunca sentí por nada ni nadie, por que cada momento junto a ti es el más feliz de mi vida.
Te amo mi amor», subió hace unos días a su perfil.

«Te amo más que a mi vida , más de lo que pude imaginar, estás pasando por uno de los momentos más difíciles , pero quiero que sepas que jamás dejaré de cogerte de la mano, eres y serás mi pilar …. y nos quedan muchísimos momentos juntos por vivir mi príncipe, te amo infinito»

Con estas intensas declaraciones dejaba claro a su novio (David Mancilla) que es la persona más importante de su vida. Un derroche de sinceridad sin precedentes en la vida de Jesús que salió del armario hace ahora tres años convirtiéndose en el primer árbitro de fútbol colegiado abiertamente homosexual.

A raíz de su salida del armario recibió una ingente cantidad de insultos y amenazas llegando incluso a desearle la muerte.  Una situación intolerable e insostenible por la que tuvo que recibir protección policial en su domicilio durante una temporada para evitar posibles agresiones.

En 2016 corrió un bulo en internet en el que se afirmaba que Tomillero había tenido actitudes tránsfobas a raíz de la muerte de La Veneno. Algo totalmente falso y cuyo único objetivo era seguir dañando su imagen pública.

Gracias a él se logró abrir una brecha a la homofobia dentro del deporte y concretamente en el fútbol donde el machismo y la LGTBfobia están más vigentes que nunca. Fundó la asociación Roja Directa para combatir la homofobia en el deporte y ha recibido multitud de premios y reconocimientos por su labor.

Durante una temporada participó en la Sálvame Snow Week donde pudimos conocer muchos detalles sobre su relación con David, desde supuestas infidelidades a sus deseos de casarse.

Solo esperamos que no le pase como a Rocío Jurado y se le rompa el amor de tanto usarlo. Por ahora, se le ve más feliz que nunca y nosotros no podemos estar más contentos.