No es casual que Shakespeare pusiese la época estival como referencia en su obra «El sueño de una noche de verano» y es que el calor nos sube la bilirrubina y las hormonas. Si a eso se añade que cuando uno está de vacaciones tiene más tiempo… Pues también puede ser que tengas más ganas de disfrutar de buen sexo, de forma tranquila y placentera.
Como decían Sonia y Selena: Cuando llega el calor, los chicos se enamoran, es la brisa y el sol… pero, por desgracia, con las altas temperaturas a veces lo último que necesitamos es contacto con otra piel. O no.
Muchos días, el calor no da un respiro ni siquiera por la noche y ponerse cariñoso te puede costar un disgusto si la otra persona no tiene ganas de aumentar el ‘calentón’. Pero, ¿qué hacer si te apetece y tu novio o tu ligue no está por la labor? Te ayudamos a que le entren ganas…
Te traemos algunos consejos de la mano de nuestros expertos para que puedas sobrevivir a estos meses tan calurosos sin que te cueste tu relación ni te fundas contra el colchón, el sofá o la encimera de la cocina.
O para que ese ligue que tanto te gusta, que acabas de conocer en la playa o en una terraza se quede más tiempo en tu vida. Por si acaso tampoco sabes donde ir a ver y dejarte ver, te enseñamos AQUÍ las mejores playas gays de la geografía española, por si alguna te cae cerca y estás despistado.
Y recuerda, haz caso a Alaska: no quieras más dramas en tu vida, solo comedias entretenidas… Pues eso, a leer y a llevarlo a cabo. Este es el mejor kamasutra del verano…
1. Evitar las horas más calurosas del día
Sabemos que eres fuerte y que podrás esperar a que caiga el sol. Con un poco de suerte la temperatura se relajará cuando el astro rey desaparezca y podrás disfrutar mucho más. Si por lo que sea no te ves capaz de aguantar unas horitas el siguiente punto es para ti.
2. El ventilador: tu mejor amiga
Y aquí el tamaño si que importa. Cuanto más grande y potente mejor. Lo recomendable es que sea un ventilador de techo para que no vuele de una patada pero cualquier versión viene bien para no asfixiarte.
3. 1, 2, 3... SPLASH
Ducha, piscina, mar, lago… da igual. El agua puede ser tu gran aliado durante los meses de calor. Eso sí, cuidadín con el preservativo que no es muy amigo de la humedad y se te puede escurrir.
4. Busca las azoteas
Si tienes la suerte de disponer de una azotea bajo las estrellas úsala. Hacerlo al aire libre nos gusta a todas y si encima es con buenas vistas y corre un poquito de brisa pues oye, mejor que mejor.
5. Hidratación
Bebe mucho antes, durante y después. Antes, para que no te de una embolia en pleno asunto; durante, porque con la boca seca no vas a ningún lado y, después, para recuperar esos electrolitos que a saber dónde han acabado…
6. Juega con hielo en los preliminares
El veranos es un buen momento para probar cosas nuevas. El hielo es un gran estimulante de las zonas erógenas y, además, te ayudará a que tanto tú como tu pareja os refresquéis un poquito.
7. ¿Has probado de pie?
Cuanta más piel al aire mejor. Si te puedes ahorrar tener encima un chulazo y debajo un colchón pues eso que ganas. Tu cuerpo te lo agradecerá infinitamente.
8. ¡Qué corra el aire!
Con las mismas, cuanto más grande sea la cama menos apretados estaréis y por lo tanto la temperatura será un poquito más soportable. Calor y cama pequeña no son una buena combinación. Así que quizás es buen momento para deshacerte de ese colchón que te trajiste de casa de tu madre y en la que no cabe ni tu gato.
9. Todo el mundo al suelo
Si tu suelo es baldosa o piedra, no lo dudes ni un segundo y sal de la cama. Por norma general, el suelo de piedra mantiene una temperatura de unos 5 grados menos que el aire, por lo que tumbarte ahí puede ser una gran idea.
10. Playa bien, arena fatal
La playa es un lugar idílico para ponerte cariñoso pero, si no quieres estar sacándote piedrecitas de las ingles hasta noviembre mejor usa una tumbona o, en su defecto, una toalla.