En Girl, su primera película, el director belga Lukas Dhont emociona con su retrato de una adolescente trans atrapada en un cuerpo que no siente suyo y que lucha lo indecible por lograr sus sueños. Un film importante que llega en un momento importante para el refuerzo de la visibilidad trans.
El festival de San Sebastián se ha unido al clamor que acompaña a esta película allá donde se proyecta. Su estreno en Cannes le valió al talentoso debutante belga, de 26 años, entre otros galardones, la Queer Palm. Y en Donosti opta al premio Sebastiane a la mejor película LGTBI. Su obsesión por la historia real de una adolescente trans que soñaba con ser bailarina profesional y luchó contra un cuerpo que no sentía propio, mientras realizaba su transición, emociona. Como le pasó al realizador cuando la descubrió en un periódico y decidió que sería la base de su primer largometraje. “Tuve muchas dudas durante el proceso de hacerla, que no fue sencillo. Solo cuando la vi terminada me di cuenta de que era lo que había soñado. A partir de Cannes no he recibido más que alegrías al ver cuánta gente se emociona con la película”.
Cuando descubrió la historia de Nora, no solo le llegó por las experiencias de esa joven trans, también le tocó porque, como adolescente gay en el armario, le provocó enorme admiración su valentía a la hora de enfrentarse al mundo. “Estudié en un instituto profundamente católico”, recuerda. “A nivel personal no me ayudó a la hora de aceptarme tal y como soy. Leer sobre una chica de quince años sin miedo a hablar abiertamente de cómo era y de su sueño de ser bailarina me sorprendió por su valor. Me pareció un ejemplo importante para todas esas personas que tienen problemas a la hora de aceptar a las personas trans, o incluso de aceptar su propia masculinidad o feminidad”.
Lukas Dhont fotografiado en el Festival de San Sebastián por Pedro Usabiaga
Se propuso contribuir a que esa historia fuese más conocida, porque además quería desafiar a aquellas personas que tienen un concepto cerrado de lo que es ser ‘normal’. Iniciar el proceso de trabajar en un guion y comenzar a estudiar en una escuela de cine fueron los detonantes de su salida del armario. “Me vi rodeado de gente que había desarrollado completamente su identidad, y me quise reflejar en ellos, soñaba ser así”, confiesa. Y vio claro que si no era del todo honesto consigo mismo no podría desarrollar una voz personal que compartir con el mundo. “Me enfrenté a ello, con Nora como un referente de valentía”.
“Me hace feliz aportar esta historia en un momento tan bueno para la visibilidad trans”
Girl es una película que duele, literal y metafóricamente. Lukas Dhont ofrece un relato muy físico de su protagonista; su cuerpo es el principal protagonista de su sufrimiento, y así lo muestra. El rechazo que a la protagonista, aquí Lara (un sorprendente Victor Polster), le provoca lo que ve en el espejo, y su lucha por ser una gran bailarina, van a la par mientras comienza su transición. Que el proceso sea más lento en la realidad de lo que ella querría le provoca una frustración y un desgaste que traspasan la pantalla. “Cuando conocí a la verdadera Nora, me sorprendió que me dijera que se sentía completamente ajena al cuerpo que tenía antes de la reasignación, que lo odiaba. Por eso decidí dejar fuera de la película a todos los posibles villanos, la gente que no la entendía, y centrarme en la lucha con su propio cuerpo”. El entorno familiar que muestra Dhont es completamente favorable, y aun así la protagonista sufre continuamente, es un apoyo que no le sirve en su lucha consigo misma. “El personaje resulta más complejo así”.
Victor Polster, que rodó la película con 15 años, se deja literalmente la piel. Y sus incómodos desnudos integrales no son gratuitos, tal y como explica Lukas. “Es un papel muy exigente a nivel físico, sin duda. Como el cuerpo es el principal antagonista de Lara, sobre todo de cintura para abajo, no podíamos evitar mostrarlo. Victor lo entendió perfectamente, es algo de lo que hablamos mucho antes y durante el rodaje. Y realmente esas escenas no fueron las más complicadas de rodar. No hay que olvidar que se pasó tres meses en puntas de ballet, su esfuerzo fue tremendo”. Le comento a Lukas Dhont que Victor me recordó en la película a una joven Jessica Chastain, y resulta que no he sido el primero en decirlo… “Sucede a menudo. También han dicho que se parece a Uma Thurman y Cate Blanchett”, comenta entre risas. “Cada vez que surge una comparación así, le mando un WhatsApp para decírselo, ¡le hace muchísima ilusión!”.
«Esta historia me ayudó a salir del armario»
La fatiga física que fue acumulando el actor resultaba perfecta para su personaje. Y obviamente hubo que ponerle en contacto con la realidad trans. “Conoció a la verdadera Nora, que le abrió los ojos a las principales problemáticas trans. Aunque tampoco quise que cogieran demasiada confianza; no era necesario, para que no le condicionara en exceso como actor. Lógicamente, hablamos con psicólogos para que comprendiera bien el proceso de transicionar. Y tuvo que tuvo un coach de voz que suele trabajar con adolescentes trans”.
Girl llega en el momento perfecto, cuando vemos una mayor concienciación y visibilización hacia historias y problemáticas trans. Esta película contribuye a alimentar esa conversación, algo que hace muy feliz al director belga. “Es tan importante contribuir a visibilizar a las personas trans… Pero siempre tuve claro que lo que yo presento es el retrato de una persona, no de la comunidad trans”. Es algo que le gusta resaltar. “Me hace feliz aportar esta historia para que cada vez estén mejor y más representadas las identidades trans en el cine”.
LA PELÍCULA GIRL SE ESTRENA EL 28 DE SEPTIEMBRE EN CINES.