Se traduce como “sexo entre colegas”. El Bud Sex consiste en encuentros sexuales entre hombres heterosexuales que solamente buscan el disfrute, sin intención de crear vínculos sentimentales. En definitiva, este el colectivo se define como hombres heterosexuales que mantienen relaciones homosexuales sin ser gays.
Este nuevo concepto del Bud Sex ha impactado a muchos, que consideran que es imposible mantener relaciones homosexuales sin ser gay o bisexual. Pero ellos lo tienen muy claro claro: no son gays. Únicamente lo hacen para satisfacer sus instintos sexuales. Algunos, incluso, aseguran tener pareja estable e hijos.
Los encuentros sexuales entre estos hombres suelen realizarse en ambientes rurales y en el entorno de las cárceles, evitando los besos, los gestos cariñosos y hasta el mirarse a los ojos, según publica La Vanguardia. Puede que todas esas reglas y restricciones solo oculten la vergüenza que tienen a admitir que pueden llegar a sentirse atraídos por otra persona del mismo género.
Lo que está claro es que disfrutan recreando míticas escenas pornográficas donde la actriz principal está de baja. Es decir, no existe.
Los seguidores de esta tendencia rechazan tener cualquier comportamiento homosexual. Los encuentros son solo esporádicos, es decir, el típico ‘aquí te pillo, aquí te mato’.
Son meros desahogos sexuales que ellos califican como “juegos”. Desde el colectivo LGTBI se han lanzado duras críticas contra este nuevo concepto y reivindican que los budsexers no asumen su verdadera orientación sexual.
Se les ha llamado “homosexuales reprimidos”, pero ellos aseguran no haber tenido ninguna crisis de identidad sexual.
¿Se puede tener sexo gay sin serlo? El colectivo Bud Sex lo tiene claro: sí, tener sexo homosexual y no serlo es posible. La polémica, de nuevo, está servida. Una vez más, las siempre conflictivas ‘etiquetas’ vuelven al primer plano de la actualidad.