'Katiuska', una opereta con todas las de la ley

Temas: Ainhoa Arteta, Teatro

¡Lo que nos gusta una opereta! Para qué engañarnos. Esta que llega ahora al Teatro de La Zarzuela es la primera obra lírica de Pablo Sorozábal. Una partitura en la que ya se puede vislumbrar lo que nos regalaría en su obra posterior. No en vano, el compositor vasco es el responsable de alguna de las más bellas (y complejas) partituras del nuestro género lírico. Y sí, Katiuska es una opereta con todas las de la ley.

Ambientada en la revolución rusa de 1917, tiene un libreto un poco imposible (por decirlo de una manera informal), pero musicalmente es una delicia. Emilio Sagi, su director de escena, ha metido la tijera necesaria para que la trama se mantenga y se entienda, pero también para que el montaje no dure más de lo que tiene que durar. Y el resultado es redondo: la opereta en dos actos original queda reducida a un acto de hora y media. Suficiente.

Una escenografía espectacular de Daniel Bianco enmarca la revolución rusa, con amores imposibles entre Katiuska, la mujer rusa superviviente de una familia imperial, y Pedro Stakov, soldado soviet; todo ello bajo la mirada del príncipe Sergio. Esto, traducido a la escena, quiere decir soprano, barítono y tenor. Que en el reparto de estreno no son otros que Ainhoa Arteta, Carlos Álvarez y Jorge de León, ahí es nada.

Si el espectacular e ingenioso montaje de Sagi (con una estupenda y divertidísima coreografía con botas katiuskas incluida) es la parte por la que esta función nos entra por los ojos, el reparto nos conquista por los oídos. Aquí es donde radica la segunda pata para que este show sea tan brillante. Un cast de lujo digno del mejor teatro centroeuropeo, donde la calidad musical está siempre asegurada.

Ainhoa Arteta vuelve al coliseo de la calle Jovellanos por la puerta grande (este otoño dará otro gran bombazo); Carlos Álvarez no tiene tampoco nada que demostrar tras llevar años arrasando en los mejores teatros del mundo; y Jorge de León deja muy claro por qué es uno de los tenores más solicitados en las próximas temporadas, con agenda cerrada en los mejores templos de la lírica. Luego, grandes de la zarzuela como Milagros Martín hacen el resto para que el resultado sea espectacular.

La tercera pata en la que se sostiene la forman los cuerpos estables de La Zarzuela (Martín podría incluirse aquí, pues es una imprescindible del teatro), que tienen el apoyo del director musical, Guillermo García Calvo, que saca toda la riqueza de la partitura con la Orquesta de la Comunidad de Madrid (titular del teatro).

La Zarzuela apuesta por esta obra del siempre fascinante Sorozábal para abrir una temporada en la que se esperan grandes cosas. Tras el intento (felizmente) fallido de fusión con el Real, el coliseo tiene el apasionante reto de reivindicar nuestro género lírico, acercarlo a un público más joven y apostar por la nueva creación. Todo indica que se va por buen camino.

Esta Katiuska es buen ejemplo de ello. Porque sí, para qué engañarnos, estas operetas ‘rusas’ sí que nos gustan, mucho más que los culebrones.