«Te quiero más que a todo», se repiten en más de una ocasión Steve Carell y Timothée Chalamet. Ambos son padre e hijo, respectivamente, en Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo, un elegante drama que narra la dura historia de Nick, un joven enganchado a la metanfetamina, basado en el artículo My Addicted Son en The New York Times, publicado en 2005 por David Sheff, y que posteriormente se convertiría en el libro Beautiful Boy.
La historia narra los estragos que causa, durante alrededor de una década, la adicción a las drogas y la impotencia de una familia que se deteriora sin encontrar solución a tanta rehabilitación fallida. Desesperación, miedo e impotencia de un padre que no encuentra consuelo en lo racional, y una realidad que, sin ser excesivamente escabrosa y morbosa, conciencia sobre lo afiladas que pueden ser las garras de lo incontrolable.
Beautiful boy. Siempre serás mi hijo también es la consagración de un excelso Timothée Chalamet, que muestra toda su versatilidad a través de su melena descontrolada y ojos azules frágiles y avergonzados por la decepción que está causando a los suyos. Una historia desgarradora que pudieron ver en exclusiva todos los lectores de Shangay que acudieron a nuestro preestreno, con un lleno absoluto en la sala de cine.
Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo se estrena hoy en cines