Ellen DeGeneres se une al movimiento #MeToo relatando un suceso de abusos sexuales que sufrió cuando solo tenía 15 años. Lo contaba en el programa de entrevistas de Netflix No necesitan presentación, conducido por David Letterman. Allí confesó que su padrastro le tocaba los pechos con la excusa de que quería compararlos con los de su madre, después de que le hubieran realizado a esta una mastectomía a consecuencia de un cáncer de mama que sufrió.
Todo comenzó cuando DeGeneres era adolescente. Su madre, Betty, se casó por segunda vez con un «hombre muy malo», según la presentadora. Poco después, a Betty le diagnosticaron un cáncer de mama y le tuvieron que extirpar un pecho. Fue en este momento cuando comenzaron los abusos bajo el pretexto de que su padrastro había sentido un bulto en el otro pecho de su madre y necesitaba tocarle los suyos para estar seguro.
«Como yo no sabía nada sobre los cuerpos, no sabía que mi pecho era diferente y… en cualquier caso, me convenció de que necesitaba tocármelo y luego lo intentó una y otra vez», confesaba la presentadora. «Es una historia realmente horrible, horrible, y la única razón por la que en realidad voy a entrar en detalles al respecto es porque quiero que otras chicas nunca dejen que alguien les haga eso».
Sobre cómo reaccionó después de esto dijo: «Yo no se lo quería contar a mi madre, quería protegerla, porque sabía que eso iba a arruinar su felicidad».
Aunque se siente culpable por no habérselo contado antes a su madre, también asegura que una vez que lo hizo, Betty no la creyó. «Realmente, no dejé que me afectara. Hasta hace poco, me decía: “Ojalá me hubieran cuidado mejor”. Me habría gustado que ella me hubiera creído».
Tras este episodio, después de algunos años Betty dejó a su marido y le pidió perdón a Ellen, que admite que tal vez le guarde aún cierto rencor. «Ella se disculpa, pero, ya sabes…».
El movimiento #MeToo continúa ganando fuerza gracias a testimonios como el de Ellen DeGeneres, que se ha atrevido a contar su verdad. «Nosotras no sentimos que valemos la pena, o tenemos miedo de alzar la voz, de decir que no», reflexiona la presentadora en el programa «Es la única razón por la que creo que es importante hablar de ello, porque hay tantas chicas jóvenes… Y da igual la edad que tengas. Cuando veo a gente contándolo, especialmente ahora, me enfada muchísimo que las víctimas no tengan credibilidad, porque no nos inventamos estas cosas. Y me caen bien los hombres, pero hay muchos que acaban saliéndose con la suya», criticó. «Es el momento de alzar la voz. Es el momento de tener el poder».