Orgullo (y diversidad) peruano en Chueca

Temas: Chueca, Perú

El orgullo de Perú está en el barrio más LGTBI de España (¿y del mundo?) de la mano de Miguel Valdiviezo. Si Chueca es diversidad, esto se refleja, sin duda alguna, en su oferta gastronómica. Tampu –cuya decoración se inspira en la naturaleza y en las tradiciones indígenas del país– es parada obligatoria de los foodies más exquisitos. Por algo será.

Todo en Tampu es un homenaje a Perú. Para hacerlo bien, lo mejor es crear el espacio adecuado. La decoración del local te traslada a un país en el que la naturaleza invade todo, para acoger una carta que se divide en bocaditos, ‘sanguchitos’, picoteo, ceviches, tiraditos… Sabores del Perú clásico y moderno, con recetas que recuerdan esa influencia italiana como el ‘estirapaguetti, de chipirones y corvina’, con leche de tigre a la parmesana y pomodoro de tomate italiano.

Cocina, innovación y tradición, es lo que podrás encontrar entre las paredes de este espectacular restaurante. Está en Prim 13 –una de las calles más chic de Madrid– y su barra, que está abierta desde las 12 de la mañana hasta medianoche, nos invita a disfrutar de una coctelería tradicional y cosmopolita, una selección de vinos por copas y su ya emblemático Pisco Sour.

El chef, Miguel Valdiviezo, es el hombre que hace magia en los fogones de su cocina, y consigue que viajemos a través de los sentidos sin movernos de Chueca, pues lleva la experiencia gastronómica más allá del simple plato. Si amas la cocina peruana –o te encanta descubrir nuevos sabores–, cada bocado de estos platos, explicados por sus atentos camareros, es el paraíso. Lo más recomendable es dar un paseo completo por esta gastronomía gracias a sus menús degustación –Gourmet o Clásico–, en los que saborearás sus mejores platos a unos precios increíbles.

Su ya mítico ceviche (de los mejores que podrás probar), sus ‘sanguchitos’ o las increíbles ‘boliyucas’ son solo algunos de los ejemplos de platos que disfrutarás tanto en boca como con el resto de los sentidos. Consejo del chef, Miguel Valdiviezo: «Cuando den el primer bocado, cierren los ojos, mastiquen, asegúrense de saborear ese alimento… porque es en esos segundos en los que, si sus acompañantes hacen lo mismo, podrán viajar conmigo en una especie de dimensión cósmica. Es mi infancia, cuando escuchaba las olas suaves de esa marea baja… Con Tampu quiero recuperar un trocito de un momento de mi vida en Perú». Lo dicho, orgullo peruano.