Siempre vienen bien los consejos de un experto para mejorar cualquier rincón de tu hogar. En esta ocasión, Guille García-Hoz comparte tips para que logres que tu cocina se asemeje lo máximo posible a la que siempre soñaste.
Se declara un gran fan de las cocinas, así que nadie mejor que él para compartir propuestas con las que piensa que esa estancia, imprescindible en cualquier hogar, se puede mejorar. García-Hoz asegura que continuamente está ideando maneras de mejorar una cocina, porque es donde más tiempo pasa(mos). Y no lo dice precisamente porque sea un cocinillas entregado. «¿Cuántas veces vas a la nevera? ¿O friegas los platos? ¿O estás comiendo? Ahora mismo, la cocina casi ha sustituido al salón en cuanto a relevancia».
Apunta que, por un problema de economía de espacio, se tiende cada vez más a unirlos. «Resulta mucho más orgánico y divertido. Si quitas tabiques ganas espacio; la compartimentación está muy bien solo si tienes espacio para una cocina con proporciones adecuadas». No necesita ni pensar un segundo a la hora de ofrecer sugerencias para mejorar tanto la decoración como la funcionalidad de una cocina, y estas son las esenciales que propone.
Combinar funcionalidad con gusto decorativo.
«Durante un tiempo se pensaba en las cocinas como laboratorios, como si todos fuésemos Ferrán Adrià… Y no. Tienen que ser funcionales, sí, ¿pero por qué no vas a incorporar a lo mejor una alacena típica de casa de abuela y una mesita como de pueblo? Las mezclas hacen que los espacios me resulten más interesantes. Tenemos que pensar en las cocinas como espacios que podemos decorar a nuestro gusto».
Apostar por texturas contrastadas.
«Creo que a las cocinas muchas veces les falta ‘tacto’. Me parece interesante, por ejemplo, utilizar un marco carpintero antiguo como encimera e integrarle los electrodomésticos. Meter elementos con texturas que nos provoquen sensaciones al tocarlos; utilizar madera, cerámica y materiales cálidos y sufridos; huir de los blancos puros y de los colores hipersólidos. La vida no es ni blanca ni negra, y no me interesan cocinas shiny que parecen sacadas de Black Mirror«.
Huir del minimalismo.
«Ya hemos pasado la etapa de las cocinas absolutamente blancas y sin tiradores; ese minimalismo fue interesante durante una temporada, pero a día de hoy apuesto por favorecer que sea un lugar en el que apetezca pasar mucho tiempo. En mi casa yo lo hice así, por eso elegí un espacio con muy buena luz. Y si no es el caso, es importante iluminar bien. Apostaría siempre por una luz».
No ser esclavo de las tendencias y arriesgar.
«Hay que huir de los colores de moda, como rojos o pistachos, ya que esas tendencias envejecen rápidamente. Soy partidario de arriesgar en elementos que son fáciles de cambiar, como las lámparas. Sí me gusta meter en mis proyectos papeles pintados arriesgados. ¿Por qué? Porque si te chiflan, van a funcionar, pero si has arriesgado y no te convence el resultado, no pasa nada, solo es un papel. Date el gustazo y haz la macarrada, en decoración no valen las medias tintas».
Vajillas diversas.
«Apuesto por la mezcla. El sistema de tener la vajilla perfecta ya no tiene sentido, sobre todo porque normalmente no tenemos espacio para una gran vajilla que incluya la de los domingos, la de diario y la de Navidad. No rechazo la tradición, pero mezclar platos y tazas de aquí y de allí me parece divertido. Hay que ser flexibles, y así vives más relajado, que no estamos en la vida para contar platos y sufrir si se te rompe uno».