Cerca de un 35% de la población sufre cuando le toca volver al trabajo y a la rutina después de las vacaciones. Lo que se conoce como Síndrome Post Vacacional (SPV).
No nos lo inventamos nosotros. Estos son los datos de Healthing, que ha hecho un riguroso estudio sobre el tema, que es uno de los que más preocupan a muchos especialistas, pues puede tener consecuencias que lleven a la depresión.
Existen algunos factores de vulnerabilidad. Por ejemplo las personas que trabajan con horarios irregulares o los que no se sienten a gusto en sus puestos, entre otros,
En estos casos, el síndrome post vacacional puede resultar más grave, pues se añade un descontento laboral que se agrava tras un periodo de descanso.
Pero no solo ocurre en estos casos. A todos nos pasa: los 10 o 15 días después de incorporarse de nuevo al trabajo se hacen cuesta arriba para todos, o al menos a la gran mayoría. Muchos, incluso, pueden sentir hasta cierta angustia los días previos a su ‘vuelta al tajo’. Una situación muy incómoda y desagradable que puede amargarte el final de unas vacaciones que hasta ese momento eran perfectas.
Pero no te preocupes: hay unos pequeños trucos, pautas y recomendaciones que pueden ayudarnos a volver a adaptarnos en la rutina y no morir de tan solo pensarlo. No permitas que el Síndrome Post Vacacional te amargue las vacaciones.
Atento a estos consejos, toma nota y llévalos a la práctica.
1. No apurar las vacaciones.
Se acabó lo de alargar las vacaciones hasta el último día. Como lo oyes: los expertos aseguran que es conveniente adaptarse al entorno poco a poco.
Es decir, lo recomendable es que vuelvas a tu casa unos días antes de la última semana de vacaciones.
Aprovecha esa última semana para descansar y volver poco a poco a la rutina en la piscina. Sea tuya, de algún local o de algún amigo, busca espacios así para socializar con tu vida cotidiana.
2. Cambia tus horarios.
Otro consejo que puedes seguir es recuperar poco a poco tus horarios habituales.
Lo primero sería cambiar las horas de alimentación y actividad con antelación, no un cambio radical del descontrol del verano a a tus rutinas del día a día.
Por ejemplo, un buen truco para esto sería despertarse cada día 10 minutos antes durante la última semana y asegurarte así tomarte el café un poco antes cada día.
3. Sé positivo.
Ser positivo es muy importante, siempre que se pueda. Pero no solo ahora, sino en la vida en general.
Céntrate en lo bueno de volver al trabajo. Todo lo positivo de tu rutina, como volver a encontrarte con tus amigos y compañeros.
4. Adiós al pasado.
Sí, asúmelo: las vacaciones han acabado y es mejor que lo aceptes cuanto antes. Evita pensar en todo lo que hacías en tu tiempo libre y céntrate en el ahora en la ‘vuelta al cole’. Olvídate de ponerte triste por todo lo que ya has vivido.
5. Busca siempre el entretenimiento.
Volver al trabajo no quiere decir que tu vida se acabe. Algo que te vendría bien es programar actividades similares a las que hacías durante las vacaciones. Eso sí, que sean compatibles con tu horario laboral. Ya sabes, cosas como ir al gimnasio, dar un paseo o ir a tomar algo con tus amigos o familia después de trabajar.
6. No seas despilfarrador y guarda días.
Algo que siempre viene bien para superar el Síndrome Post Vacacional es reservar algunos días para hacer una escapada. Sabemos que suena tentador eso de un mes entero de vacaciones. Sin embargo, siempre viene bien reservar unos cuantos días para reposar en otro momento. Sobre todo, saber que te queda ese respiro para cuando lo necesites.
Además, programar esta nueva escapada te ayudará a animarte y motivarte. O, simplemente, pensar en ella.
7. Márcate objetivos
Plantearse retos profesionales puede ser un buen aliado también para superar el Síndrome Post Vacacional. Eso sí, no olvides ser realista. La solución no se basa en cargarte de trabajo por encima de tus posibilidades. Exigirte mucho al principio es un gran error. No lo olvides.