Diario de a bordo. Segundo día. El Oasis Of The Seas, el barco más grande del mundo y el crucero gay más grande que jamás haya navegado por Europa, sigue su viaje. Si ayer Atlantis y Royal Caribbean nos tenían preparado un fiestón de bienvenida en Barcelona, hoy echamos el ancla en Palma de Mallorca y al regreso, un fiestón lleno de chulazos de diferentes nacionalidades con disfraces de su país. Es la fiesta llamada Mar de Naciones.
Así hemos podido conocer de cerca está joyita del Mediterráneo, pasear por sus pintorescas calles históricas y probar alguna que otra delicia gastronómica. También hemos admirado su monumental catedral de estilo gótico levantino, el patio circular y los arcos de aspiración de Castell de Bellver, siempre acompañados por el aroma de pinos que nos rodeaba.
Tras descansar un poquito, imprescindible para poder seguir el frenético ritmo crucerista, y darnos un chapuzón en una de las piscinas del barco; hicimos encaje de bolillos para poder asistir al musical de Cats y al concierto de Marcus Tell. El primero nos acercó el galardonado espectáculo musical de Broadway al completo. Por su parte Marcus, reciente ganador de American’s Got Talent, nos mostró una forma de amar a Motown, Pop y Soul fresco y con una energía ilimitada.
El plato fuerte nos esperaba de noche, en la fiesta Mar de Naciones. Y es que, aunque pertenecemos a más de 70 nacionalidades diferentes, los más de 8.000 cruceristas a bordo ya formamos una sola tribu. Para consolidar esta unión era más que necesario mostrar nuestros colores, tradiciones e inspiraciones y luego mezclarnos.
Vestidos con aires flamencos, bailamos con toreros, mariachis, indios, vaqueros, jeques árabes… Eso sí, la mayoría de disfraces tenían un punto muy sexy y poca tela. La noche gay invitaba a ello.
Mar de Naciones
En el viaje hay 8.000 cruceristas de más de 70 países. La fiesta Mar de Naciones era obligada. Como muestra…