¿Perrear o crecer?

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Toca la vuelta a la normalidad, y es un momento perfecto para tomar una importante decisión: ¿perrear o crecer? Recuerda: la situación a la vuelta puede ser igual (mismo trabajo, mismas rutinas, deporte), pero tu mirada puede ser diferente, y eso lo cambia todo.

Te voy a dar dos opciones para que puedas elegir cómo vivir el inicio de esta nueva temporada. Es importante que durante los próximos días estés muy atento a tu mente, ya que las conversaciones durante estas fechas pueden resultar un poco melancólicas y/o negativas, porque el fin de las vacaciones no le sienta bien a casi nadie.

Estas son las dos posibilidades básicas ante las que te vas a encontrar en estos días casi con total seguridad. Tú eliges con cuál te quedas.

 

Opción 1. Perreo

Es el denominado síndrome posvacacional. Muy común, seguro que alguna vez lo has vivido. Durante él empiezan las conversaciones limitantes y negativas acerca de lo que ya no va a volver y lo que viene a partir de ahora. Suspiros, poca energía… Se suele caer en la pereza y el agobio.

La sensación que puedes tener es parecida a cuando estás en la playa o la piscina tomando el sol de maravilla, y de repente se nubla, desaparece el sol, y ya ves que no te vas a poner más moreno, y encima hace fresco. Es la vivencia de un cambio radical en la situación que estabas viviendo.

Vives con morriña y melancolía, recordando lo que has hecho: dormir mucho, cenas, maravillosas, salidas divertidísimas… Toca madrugar, volver al gym, a la dieta… Aunque parece que nos olvidamos de que todo eso se elige libremente.

Se requiere un mínimo periodo de adaptación, en el que has de ser muy amable contigo, porque puedes empezar a agobiarte con exigencias autoimpuestas que no son necesarias, y te presionas en exceso. Todas esas conversaciones, unidas a la añoranza del pasado, te dejarán sin energía ni motivación, así que atención.

En ese momento, tu mente activa el ‘modo perreo’, que nada tiene nada con la seductora manera de bailar. Este modo está basado en la pereza, la flojera y la ‘mañanitis’, que anima a dejarlo todo para mañana. No resulta muy saludable, te lo aseguro, porque tu energía se esfuma rápidamente.

 

Opción 2. Crecer

Esta opción nos invita a mirar hacia los pasados días de verano con agradecimiento. Y de volver a tu rutina sin que sentir que lo es. Las cosas dejan de ser rutinarias si eliges vivir cada día de una manera diferente, ya que en realidad es así.

Además, puedes hacer que cada día llegue cargado de retos, diversión, motivación y productividad. No hace falta cargarlos de positivismo falso y forzado. Lo mejor es hacer lo posible para sentirte bien contigo mismo/a y cumplir con tus responsabilidades excelentemente. Eso te llenará de energía y contribuirá a mejorar tu autoestima.

Debes plantear la vuelta como una posibilidad de crecimiento para ti. Ya sabes que si haces lo mismo de siempre, nada va a cambiar. Si buscas vivir experiencias nuevas, has de ponerte el kit deportivo de entrenamiento mental para mirar las cosas de otra manera.

‘Mente renovada = experiencias nuevas’ es una ley mental. Para que funcione has de poner un mínimo de tu parte. Si eliges esta opción, es momento de plantearte qué es lo que realmente quieres en esta nueva temporada; has de trazar un plan y ponerte en acción.

Piensa que para hacer las cosas de manera diferente, tu marco mental no puede ser el mismo de antes. Esta temporada puede suponer una era de transformación mental para crear nuevas experiencias en tu vida.

Ahora que ya he expuesto estas dos opciones, ¿cuál te apetece más? Es importante entender que ambas opciones son aceptables y defendibles, solo que te llevarán a sensaciones y experiencias muy distintas. Lógicamente, te recomiendo que inviertas más tiempo en la opción número dos, porque tu energía será mucho más positiva y te sentirás más creativo/a.

Y cada vez que el cuerpo te pida perrear, no tienes más que ponerte una canción de, por ejemplo, Ms Nina, y darle salida al perreo de una manera positiva y disfrutable mientras apuestas por el ‘modo crecimiento’.