No es ningún secreto que hace cuarenta años se creía que la homosexualidad era una enfermedad, un trastorno. Pues bien, eran muchos los centros que surgieron con el propósito de hacer terapias de conversión, de “reestructurar la heterosexualidad”, y entre ellos, uno llamado Exodus International. Recientemente, uno de sus principales promotores, McKrae Game, reconoció abiertamente su homosexualidad y pidió perdón por todo el daño causado.
Game entró la organización como ‘terapeuta’ a finales de los 90, y ha confesado que, durante los años que realizó las terapias, nunca dejó de sentir atracción por otros hombres. Exodus International fue una de las principales organizaciones que divulgaron las terapias de conversión, tanto en Estados Unidos como a nivel internacional.
El hecho de ser uno de los principales evangelistas de las terapias hace que sus declaraciones tengan más contundencia. El diario The Post and Courier entrevistó a Game, quien confiesa haber sido un fanático religioso que ha hecho daño a gente. “Muchas personas intentaron quitarse la vida debido a nuestras terapias. Me arrepiento y hago un llamamiento a quererse a uno mismo”.
Aparte de haber confesado el daño que causó, Game desacreditó totalmente este tipo de prácticas. “Las terapias de conversión son una mentira muy dañina”. Lo único claro en esta clase de metodologías descabelladas son sus graves consecuencias para la salud mental.
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